Carta a los Reyes Magos

Estimadas majestades de Oriente, este año creo no haberme portado muy mal, si bien es cierto que todo comportamiento es mejorable, pero permitidme que os traslade unas cuantas peticiones para el año 2025, que tan recientemente hemos inaugurado. Traedme queridos reyes un mundo en paz, donde se ponga fin a los conflictos y guerras que asolan nuestro planeta, porque la guerra es destrucción y desolación y como expresan los versos de Machado: “Mientras la guerra pasa, ¿quién sembrará la tierra?”. Un lugar en el que las relaciones interpersonales se basen en el amor, la compasión y el respeto mutuo. En el que reine la justicia social y la equidad sin importar género, raza, orientación sexual o condición económica. En el que seamos capaces de educar a nuestras futuras generaciones en el respeto, la empatía y la igualdad, para que a final de año no tengamos que hacer el macabro balance de mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas. Concedednos que la educación, la cultura y los avances en salud sean universalmente accesibles y nadie carezca de ellas. Que nuestros hijos puedan tener un futuro alentador dentro o fuera de nuestras fronteras. Que entre todos seamos capaces de obligar a los gobiernos a tomar medidas para proteger nuestro planeta del inminente cambio climático. Que los avances tecnológicos sirvan para mejorar la calidad de vida sin perjudicar al medio ambiente o a los humanos. Que en occidente podamos encontrar las herramientas válidas para gestionar el estrés y la ansiedad, lejos de la preocupante adicción actual a los ansiolíticos. Que se obre el milagro de que nuestros políticos abandonen la mediocridad y sean capaces de encontrar puntos de encuentro para resolver problemas cotidianos de los ciudadanos; y que la colaboración entre comunidades países y culturas ayude a derribar fronteras para conseguir un bien común, en un mundo solidario. Es posible majestades que penséis que soy un ingenuo y que en este instante me estéis dirigiendo una mirada compasiva, pensando que no podéis complacer todas mis peticiones por el amplio despliegue de medios que necesitaríais. No obstante, yo desde niño siempre he pensado que erais mágicos y que no había ni hay nada que no podáis conseguir. Es más, estoy seguro de que bastaría con que dotéis a las personas de la capacidad de entender a los demás y de ponerse en su lugar para conseguir un mundo mejor, con más equidad.