Cervantinos hideputas

La ciudad y los días

30 de agosto 2024 - 03:07

Los sindicatos Uspac de los Mossos, la plataforma sindical unitaria de la Guardia Urbana de Badalona, la asociación sindical de empleados independientes municipales de Tarragona y la asociación sindical independiente de la policía local de Lleida han presentado una querella contra la alcaldesa de Granollers, Alba Barnusell (PSC), por los delitos de odio e injurias graves contra los cuerpos y fuerzas de seguridad. Sobrados de razón están. Porque dentro de los actos programados y anunciados por el Ayuntamiento como parte de las fiestas locales figuraba un taller de Técnicas aplicadas de guerrilla urbana organizado por la peña Els Blaus.

El taller, en el que participaban menores de edad, enseñaba como formar barricadas con contenedores, fabricar cócteles molotov y lanzarlos contra muñecos vestidos de policías. El programa de las fiestas, publicitado en la web del Ayuntamiento, define el taller como “una introducción a las principales herramientas técnico-tácticas para una estrategia subversiva”. La querella detalla que “incluía un capítulo especial de preparación y lanzamiento de cócteles molotov contra la policía y cómo deben lanzarse para que provoquen el mayor daño posible, e incluso se aconseja como ‘especialmente útil’, dado que ‘se puede lanzar y huir inmediatamente después de causar daños’, todo descrito paso por paso”.

Los organizadores han respondido con este comunicado embustero y cínico: “Blaus de Granollers lamenta la interpretación de uno de los actos organizados en la fiesta mayor. En ningún caso se ha querido ofender a los cuerpos de seguridad ni incentivar la violencia. Se trataba de un acto lúdico en el marco de la fiesta”. Desde el Ayuntamiento se excusan con no menor cinismo diciendo, pese a que se anunció en su web, que “la corporación desconocía el contenido del acto y defiende los valores de paz y convivencia”. Imposible saber si es más culpable, cínica y ofensiva la imbecilidad por omisión del Ayuntamiento que lo toleró y anunció en su web, diciendo después que desconocían el contenido, o la imbecilidad por acción canallesca de los organizadores del taller que argumentan que enseñar, menores incluidos, tácticas de guerrilla urbana para causar el mayor daño posible a las fuerzas policiales es “un acto lúdico”.

Solo cabe decirles, poniéndonos finos y cervantinos, lo que dijo don Quijote: “miente como un hideputa y mal nacido”.

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