China y los aranceles

A la sombra ?de los olmos

Resulta llamativo comprobar en Tik Tok cómo influencers de China plantean que se les puede dar una vuelta a los aranceles de Trump pretendiendo demostrar que China es la “fábrica del mundo”.

Se han grabado en las factorías chinas que abastecen a las principales marcas de productos de lujo estadounidenses sembrando la duda de que es en China donde se fabrican; pretenden inducir a las personas consumidoras a comprar directamente dichos productos a las fábricas chinas a precios irrisorios, ya que el coste de producción es infinitamente menor que el precio de venta en occidente.

Podría pasar que los aranceles se vuelvan contra Trump y contra Estados Unidos como si fuera un boomerang y que, al final, asistamos a una rectificación de las políticas agresivas que el presidente americano está desplegando en sus primeras semanas de mandato.

Por otra parte, las iniciativas desarrolladas por influencers de China y diseminadas a través de Tik Tok pueden ayudar a que muchas personas en el resto del mundo tomen conciencia de que gran parte de los productos de lujo que se consumen en nuestros mercados proceden del gigante chino que, por sus bajos costes laborales, se ha convertido en uno de los principales proveedores de occidente.

China sería mucho más fuerte de lo que muchos dirigentes americanos estarían pensando y ya veremos si no termina dando una verdadera lección de estrategia en materia económica e, incluso, ser capaces de dañar seriamente a marcas tan poderosas como Lululemon o Nike, por ejemplo.

La capacidad de usar estrategias digitales a través de Tik Tok para hacer llegar información dirigida de manera segmentada al público estadounidense con ofertas de productos de calidad a precios irrisorios puede ser demoledora.

Las personas consumidoras podrían hacer pedidos directamente a proveedores de China eludiendo aranceles por la exención de derechos de aduana para los paquetes pequeños que se envían a los hogares en Estados Unidos. Todo apunta a que podríamos estar asistiendo a una estrategia de reacción inteligente desde el gigante chino, usando procedimientos y tecnologías que pretenden devolver a Trump un golpe preciso que podría ser muy dañino para la economía de Estados Unidos. El tiempo dirá.

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