Quousque tandem
Luis Chacón
Propósitos de Año Nuevo
Las dos orillas
Esa estampita que mostró una cómica ordinria en el programa de las campanadas de TVE no era una ocurrencia espontánea. Era un artefacto programado para dar minutos de gloria a su fichaje estrella, y considerar como fachas y ultras a los católicos españoles. Pero no deben confundirse. No estamos como en la guerra civil, cuando los rojos fusilaron a curas y monjas por el simple hecho de serlo. Esta vez les ha salido el tiro por la culata. Pues lo que se ha visto no era el Sagrado Corazón de Jesús, en un montaje con la vaca que ríe, sino que la vaca se ríe porque forma parte del perverso corazón de Pedro, que es así, al revés que el otro: se basa en el odio y no en el amor.
¿Y por qué una parodia del Corazón de Jesús? Tampoco es por casualidad. El pasado 24 de octubre el papa Francisco publicó su última encíclica, titulada Dilexit nos, que trata sobre el Corazón de Jesús y el amor divino y humano. Encíclica cuya lectura recomiendo, y no sólo a los fieles escandalizados, sino incluso a los sanchistas. El Papa empieza citando a Heidegger, pero también escribe sobre las galletas de su abuela, con lo que quiero decir que es para todos los públicos. Menciona la vida de santos como santa Margarita de Alacoque y santa Teresa del Niño Jesús, que fueron devotas del Corazón de Jesús. Y recuerda que san Ignacio de Loyola y los jesuitas propagaron esta devoción, que en las campanadas de 2025 se ha pervertido con la herejía sanchista.
El amor divino y el amor humano se manifiestan en el corazón, que no es sólo el órgano de los infartos, sino que se debe entender en sentido figurado: como la capacidad de amar que tenemos. Y lo siguiente no lo dice la encíclica, sino yo: en algunas religiones y filosofías orientales se considera que el cuerpo humano tiene siete chakras, y el cuarto es el del corazón y representa el amor. Así que no hace falta insultar a los de otras religiones para pedir respeto a los católicos, porque el buen corazón es propio de las buenas personas, y esto es propio de malas personas, según el decir de Yolanda.
El Corazón de Jesús nos impulsa al amor a Dios y el amor al prójimo, a la caridad, la justicia y la paz. Por el contrario, el corazón de Pedro se basa en el odio y la venganza. Es lo contrario al verdadero amor que necesita elmundo. Sépanlo los socialistas que se dicen católicos, y hasta vienen desde Castilla La Mancha a Sevilla para ver procesiones, como Emiliano García-Page. Jesús dijo a los fariseos: “El que no está conmigo está contra mí”. Pedro quizá se cree divino.
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