Postrimerías
Ignacio F. Garmendia
Todo lo que era sagrado
Parafrasenado su frase más impactante, cuando sorprendentemente fue usted quien contestó en el Congreso a Núñez Feijóo, y de tuitero a tuitero, ¿Quién puñetas le ha “aconsejado”, señor ministro, que en su visita de hoy a Granada no se entreviste con la alcaldesa de esta ciudad? Demos por bueno que su visita está motivada por la invitación de nuestros colegas de Ideal a participar en uno de sus desayunos informativos y que por lo tanto no es una visita del todo oficial, lo cual no quita que su negativa a entrevistarse con la máxima autoridad de la ciudad que usted visita, además de una descortesía de manual, sea un desprecio a todas y todos los granadinos, porque lo quiera o no, igual que usted es ministro de todos los españoles, sean socialistas o no, Marifrán Carazo es la alcaldesa de todos los granadinos, sean del PP o no, con una importante diferencia, a ella la han elegido miles de ciudadanos para ser la primera autoridad de Granada y a usted sólo le ha elegido el presidente del Gobierno para ser ministro.
Creo, señor ministro, que al margen de la descortesía y la deslealtad institucional, su negativa a entrevistarse con la alcaldesa es una torpeza política de manual, básicamente porque la gestión de su Gobierno en materia de infraestructuras en la provincia de Granada, no sólo es perfectamente defendible, sino que incluso pondría al partido de la señora Carazo ante el espejo de su abandono para con esta provincia durante su etapa de Gobierno.
La reactivación de la variante de Loja para que el AVE a Granada deje de ser el de la señorita Pepis, la línea 400 de la comarca de Baza, la licitación de las conducciones de Rules, o la apuesta por el acelerador de partículas de Escúzar, son bazas más que suficientes para sacarle los colores a las gestiones anteriores del PP que ni de lejos pueden acercarse a esas realizaciones. Sin embargo su negativa a sentarse con la alcaldesa eclipsará ese trabajo y regalará al PP el relato del abandono de su gobierno para con la provincia de Granada.
No sé, señor ministro, si la decisión de no entrevistarse con la señora Carazo es cosa suya –me barrunto que no–, de sus asesores ministeriales, o de sus compañeros de Graná, en cualquiera de los casos sepa que ha perdido una enorme oportunidad de demostrar la lealtad institucional que tanto reclaman al PP, la puesta en valor de una gestión más que notable en su área y que apenas si llega a la ciudadanía y por si eso fuera poco el desastre heredado en materia de infraestructuras del Gobierno del PP en esta provincia.
¿Se imagina cómo hubiera quedado todo eso en una rueda de prensa conjunta con la alcaldesa, en lugar de regalar al PP el discurso del agravio que tanto cala en esta tierra? Craso error, señor ministro.
También te puede interesar
Postrimerías
Ignacio F. Garmendia
Todo lo que era sagrado
Su propio afán
Enrique García-Máiquez
Niño-Dios de esta noche
Rosa de los vientos
Pilar Bensusan
Érase una Navidad
Cambio de sentido
Carmen Camacho
Navidades de pueblo
Lo último