Postrimerías
Ignacio F. Garmendia
Todo lo que era sagrado
Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada, como la pena de ser ciego en Granada”. Fue el poeta mexicano Francisco de Icaza quien escribió estos versos dedicados a la ciudad natal de su esposa, Beatriz de León, que se han convertido en uno de nuestros mejores lemas y que ahora podríamos utilizar para sugerir a los andaluces y andaluces, que demos limosna a nuestros probeticos parlamentarios autonómicos, quienes según su presidente, el irrepetible, Jesús Aguire: “No llegan a fin de mes”.
Quien más quien menos sabe lo que es pasar dificultades para llegar al día teinta y pensarán ustedes que nuestros parlamentarios autonómicos, como cualquier hijo de vecino, no están libres de sufrir las mismas peripecias económicas que cualquiera de nosotros. Así sería si su nivel de ingresos fuera similar al nuestro, lo que no es el caso.
Y no lo es porque según los datos del Instituto Nacional de Estadística, los asalariados andaluces percibieron en 2023 un salario bruto medio anual de 23.000 euros, mientras que los 109 parlamentarios autonómicos, a quienes según su presidente “les cuesta trabajo llegar a fin de mes”, perciben un salario base anual de casi 47.000, a los que sumar complementos por “cienes y cienes” de conceptos, amén de dietas y gastos de desplazamiento, que puede elevar sus ingresos fácilmente por encima de los 60.000 euros, o lo que es lo mismo, casi tres veces más que cualquier andaluz medio.
No sé en qué mundo vive Jesús Aguirre, o mejor dicho, sí lo que sé: en un mundo paralelo al de cualquiera de nosotros, lo que viniendo de la segunda autoridad de Andalucía, es especialmente grave.
La incontinencia verbal del que fuera primer consejero de Salud de Bonilla, nos ha dado tardes de gloria. Desde aquellas primeras declaraciones, en las que el cordobés aseguraba que había cubierto todo el equipo de dirección de su consejería a base de sus “amigos” en un fin de semana, a las referidas al aborto, en las que utilizó el término “chupetón” para referirse a esta intervención quirúrgica cubierta por la sanidad pública, o aquellas otras en las que le espetó a una madre que acababa de peder al bebé que esperaba en la crisis de la listeriosis, que “para el siguiente embarazo, que sin duda se llevará a término, hacemos una foto juntos con tus niños una vez nazcan”.
Así pues ya lo saben, cada vez que lean o escuchen los famosos versos de Icaza, piensen en hacerle un Bizum a nuestros probeticos parlamentarios autonómicos que, angelicos ellos, según su presidente no llegan a fin de mes.
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