El duende del Realejo
Joaquín A. Abras Santiago
Un año normal
Aunque ha sido un detalle que nuestra alcaldesa enseñe la Alhambra a los Reyes Magos en su visita a Granada, me gustaría saber qué regalos verdaderamente nos han dejado a Granada y los granadinos Sus Majestades de Oriente.
Porque, tal y como está el panorama en la ciudad, parece que más bien nos han dejado carbón:
Carbón procedente de San Telmo, porque Moreno Bonilla ya ha retirado su apoyo explícito a Granada como Capital Cultural Europea para 2031, para respaldar también a Jerez, ¿y el carbón que lleva dejándonos al postergar a Granada sistemáticamente y emprender una feroz recentralización sevillana?
Carbón procedente del ministro Óscar Puente, que ha dejado a Granada fuera del estudio del tren de la Costa del Sol, que se queda en Nerja, al borde de nuestra provincia, a escasos kilómetros de Almuñécar ¿y qué decir de nuestro aislamiento ferroviario endémico?
Carbón procedente de la ministra Montero, quien esta Navidad, cual plenipotenciaria reina maga de Hacienda, ha regalado al Ayuntamiento de Jaén 600 millones de euros en forma de condonación de su deuda a cambio de que Jaén Merece Más apoyara al PSOE para hacerse con la alcaldía de la capital.
Carbón procedente del Ayuntamiento de Granada en forma de abandono, basura, suciedad, grafitis, edificios y espacios públicos deteriorados, cementazos, baldosas levantadas, agujeros, mobiliario urbano destrozado, impuestos estratosféricos, avalancha de multas… Nuestra alcaldesa debería darse un paseo por Salamanca, tan próxima a su Valladolid natal, y asimilar que en Granada tenemos mucho que aprender de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Carbón por donde se mire…
Los granadinos le habíamos pedido a los Reyes Magos deseos sencillos, que en otras ciudades españolas/andaluzas existen sin problema y aquí parecen inalcanzables: limpieza –medida estrella del PP antes de las elecciones municipales–, transporte rápido y puntual, gastronomía, hostelería y hospedaje de calidad, atractivos turísticos novedosos y alternativos al triángulo Alhambra-Albaicín-Monumentos…, con ganancias que reviertan y luzcan en Granada...
Si el 23-M en Granada se hubiese apoyado más a quienes únicamente defendían los intereses granadinos/granadinistas, quizás otros regalos distintos nos habrían traído los Reyes en 2025: ¿una ciudad limpia? ¿turismo de calidad? ¿condonación de la deuda municipal? ¿postergación cero? Con España polarizada, es comprensible que los ciudadanos voten a quienes más les representan a nivel nacional, pero la política local es la más cercana al ciudadano, la que gestiona su ciudad, y no debe vincularse a los intereses de los partidos nacionales –ante los que la política local granadina siempre se rinde–, sino sólo a la defensa de su municipio, y en Granada esto no ocurre.
Pese a tanto carbón para Granada, felices Reyes.
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