La esquina
José Aguilar
¿Tiene pruebas Aldama?
Hace poco más de un año, 29 de mayo del 2023, escribía un Cajón de sastre congratulándome del ascenso del Granada CF. En semanas posteriores celebrábamos también el ascenso del filial de futbol a la tercera categoría nacional y del equipo femenino a la primera división. Un tres de tres histórico. Ha ido transcurriendo la temporada y las portadas de este diario se han ido llenando de los réquiems sucesivos por el descenso de los equipos de futbol. Ya saben que las alegrías duran poco en casa del pobre. El Recreativo descendía a mitad de abril, faltando seis jornadas para acabar una competición muy exigente y donde era sabido sería muy difícil mantener la categoría. Cosas del fútbol, en 32 jornadas ganó tres partidos y en las seis restantes ganaba cuatro partidos cuando ya no había salvación. Uno de esos partidos le ganaba tres a cero a un Córdoba que ahora puede subir a segunda división. Quizás por ello este deporte es tan atractivo. Lo del primer equipo, descendido a mitad de mayo, se sabía desde la jornada segunda cuando, en casa, el Rayo jugó con nosotros, no es que nosotros jugásemos, es que jugaron con nosotros. Y la gestión deportiva, en todos los sentidos, no hizo nada por evitar que fuéramos los últimos, incluida la vergonzosa goleada final que sufrió el equipo.
Mi primer Cajón de sastre, pronto harán diez años, lo dedicaba a las “campeonas ninguneadas”, al equipo español de baloncesto femenino que se clasificaba para la final del Mundial, que perdió frente a los Estados Unidos. Ya se empezaba a tratar al deporte femenino de otra forma. En los últimos años el futbol femenino, la Liga F, ha ganado un enorme protagonismo. El triunfo en el mundial del 2023 y el escándalo posterior por el caso Rubiales pone al fútbol femenino en las portadas.
¿De verdad se le da un buen trato? Tengo mis dudas cuando veo como el calendario de la liga femenina se alarga hasta ayer, cuando los equipos siguen jugando en campos de segunda categoría, cuando no se implanta el VAR y otras lindezas que indican que hay mucho de postureo y buenas palabras pero mucho miedo a que las mujeres reivindiquen de verdad igualdad en el trato con el fútbol masculino.
El Granada CF femenino ha sido el único que no ha descendido, luchando en un categoría complejísima, remontando desde posiciones de descenso y salvo por partidos en que debería haber tenido más fortuna hubiera estado salvado antes. El femenino ha luchado hasta el final y es el máximo exponente del futbol granadino. Con dos goles se ganó el partido. Con dos y añadan las gónadas correspondientes. Vale.
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