Notas al margen
David Fernández
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El término Ghosting es un vocablo anglosajón utilizado coloquialmente para la deplorable práctica de hacer el vacío a alguien, de ningunearlo, de ignorarlo, de mandarlo al más profundo ostracismo…
Y no hay mejor definición para la situación de Granada en Andalucía que el ghosting al que la Junta andaluza somete a Granada, porque Granada es un fantasma en Andalucía, un fantasma desde hace +43 años.
Y es que al timorato hacer de nuestros representantes políticos, siempre conformistas con las vergonzosas migajas que nos ofrecen Sevilla, y Madrid, se les unen el abandono y la postergación que sufrimos en Granada, orquestados desde la privilegiada Sevilla, que pregona a los cuatro vientos su “singularidad sevillana”, su mayor presupuesto y sus mayores privilegios, mientras que otras desventuradas ciudades de esta falaz autonomía se mueren de asco, son más discriminadas y sufren el ghosting con mayor intensidad.
Pero es que, al estatus especial, discriminatorio e injusto, de capitalidad VIP de Sevilla, se unen el centralismo sevillano extremo, caracterizado por la acumulación de poder institucional, político y mediático, y el acaparamiento de dinero, inversiones e infraestructuras públicas por parte de la Muy Noble, Muy Leal, Muy Heroica Invicta y Mariana ciudad de Sevilla, que será todo lo noble que sea, pero que practica un feroz y avaricioso centralismo que está llevando a la ruina a muchos territorios de esta Andalucía fake.
La fuerza de la verdad histórica y también constitucional y jurídica amparan a Granada y a sus territorios históricos para formar un reino-autonomía diferente de Andalucía, y Granada está ya tardando en rebelarse contra tantas discriminaciones para nuestra tierra y tantos privilegios para esta Sevilla que sólo practica el ghosting para con Granada.
El único engranaje que nos va a sacar del ghosting que lleva ejerciendo Sevilla con nuestro territorio desde hace cuatro décadas es el engranaje de la gestión autónoma de nuestros propios intereses, de la autonomía para Granada y su Reino, mientras más tarde en ponerse en marcha esta maquinaria libertadora, más ghosting nos harán desde el gigante autonómico andaluz.
Quienes defendemos nuestra autonomía constitucional, defendemos que se acabe de una vez con este ghosting hacia nuestra tierra y que se deje oír un sentimiento con el que no han podido +43 años de sumisión a una autonomía equivocada.
Nuestra ancestral historia propia es la única fuerza que nos une en el pasado, el presente y el futuro para poder decir adiós de una vez al ghosting andaluz, que tanto nos ha perjudicado y nos perjudica. Adiós al fantasma del olvido y del despojo. No queremos ya más fantasmas en nuestro Reino.
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