La gran mentira

Partimos de una premisa escandalosamente falsa: que se aprobase en referéndum la Comunidad Autónoma Andaluza

24 de octubre 2017 - 02:34

Ahora que asistimos al fruto del feroz adoctrinamiento independentista catalán desde hace 4 décadas, es momento de hacer público, no ya el adoctrinamiento educativo sufrido aquí durante los mismos 40 años -inculcándose a los escolares desde la más tierna infancia que Andalucía es su Nación y su padre el separatista Blas Infante-, sino también el adoctrinamiento en una estructura falsaria construida por el andalucismo enquistado en el poder para mantener el engaño de la existencia inmemorial de su Andalucía y mantener sus sillones políticos.

El adoctrinamiento en la gran mentira parte de una premisa escandalosamente falsa: que se aprobase en referéndum la iniciativa para crear la Comunidad Autónoma andaluza. Sólo hay que mirar el BOE nº 115, de 13-5-1980 (p. 10.346) para comprobar que en dicho referéndum por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto fue rechazada la ratificación de dicha iniciativa autonómica prevista en el artículo 151.1 CE, ya que en Almería sólo se alcanzó un 42,31 % de síes (necesitándose más de un 50%) para la creación de la gran Andalucía, frente al 57,69 % de noes y papeletas en blanco.

Pero hubo que añadir más mentiras para consumar la mentira suprema de Andalucía. Y nuevamente sólo hay que mirar el BOE nº 308, de 24-12-1980 (p. 28.373) para comprobar que se dictó una Ley Orgánica para anular la voluntad popular soberana de quienes mayoritariamente habían rechazado la creación de la autonomía andaluza, la Ley Orgánica 13/1980, de 16 de diciembre, de sustitución en la provincia de Almería de la iniciativa autonómica, cuyo artículo único confirma el pucherazo antidemocrático: "las Cortes Generales (…) declaran sustituida en esta provincia la iniciativa autonómica con objeto de que se incorpore al proceso autonómico de las otras provincias andaluzas". Increíble pero cierto… tanto como que, impugnadas las votaciones en Granada, Almería y Jaén, se dieron por buenos en la bochornosa sentencia de 12-4-1980 de la Audiencia Territorial de Granada los votos de jiennenses muertos, incapaces y sobres con 2 y 3 papeletas. Así de "democráticamente" comenzaba esta artificial autonomía que sólo nos ha traído desigualdad territorial y el olvido más infame.

Mentiras supremas sucedidas por muchas más para seguir abonando el mito de Andalucía, a la que nunca ha pertenecido la Región de Granada. Y no es nostalgia nazarí, es realidad pura desde 1238 hasta la gran mentira de 1980.

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