
Paisaje urbano
Eduardo Osborne
La sentencia del político
La esquina
Por supuesto que el Gobierno de Rajoy no podía seguir ni un minuto más desde que fue incapaz de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de un año, pero el Gobierno de Sánchez pretende gobernar sin Presupuestos dos o tres años seguidos. Claro, uno era un reaccionario corrupto y el otro es un progresista limpio.
Pedro Sánchez ha devenido en insumiso ante la Constitución, quién lo diría. Quizás se lo hayan contagiado el roce y los tratos continuos con el político que más ha desafiado a la Constitución en los últimos años (excepto Otegi, éste en otro tiempo).
Ahora la desafía él abiertamente. Porque la Constitución –artículo 134– no dice que el Gobierno de la nación podrá presentar los Presupuestos del Estado ante el Congreso de los Diputados, sino que deberá presentarlos cada año al menos tres meses antes de que expiren los anteriores. Literalmente. No es una opción posible, sino una obligación inexcusable. No hay Tribunal Constitucional capaz de interpretar lo contrario.
Igual que el PP se declaró insumiso durante años a la Constitución saboteando la renovación del Poder Judicial por motivos puramente partidistas, el PSOE de Sánchez lleva meses ignorándola, también por conveniencia partidista. Debía llevar el proyecto de ley presupuestaria en octubre de 2024. Ha ido prolongando los plazos escudándose en que no lograba los apoyos suficientes en el Congreso. Ahora se ha convencido de que no va a conseguir esos apoyos ni de Podemos, ni de Junts ni de ERC, así que rehúye su obligación definitivamente y anuncia que ya trabaja para los presupuestos de 2026.
Todo ello para evitar una derrota parlamentaria que evidencie, otra vez, su precariedad, en este caso en torno al instrumento más poderoso para la acción de un Gobierno. Y encima rebuscan justificaciones extravagantes y peregrinas. La portavoz Pilar Alegría –qué gran intelectual– ha llegado a argumentar que si no se asegura una mayoría previa a los Presupuestos lo mejor es no presentar el proyecto ¡para no hacer perder el tiempo a los diputados! El debate sobre las cuentas del Estado le debe parecer una tontería... Otros ministros culpan, cómo no, a los dirigentes del PP, que no arriman el hombro tampoco en esta materia intentando desgastar al Gobierno más progresista y más sólido. El propio presidente ve como lo más normal del mundo que se prorroguen los de 2023. Ahora. Rajoy, en cambio, debía dimitir por lo mismo.
También te puede interesar
Lo último
Tribuna Económica
Fernando Faces
2 de abril: ¿El inicio de una guerra arancelaria global?
El parqué
Rebote