
Gafas de cerca
Tacho Rufino
Rearme y mili
óscar Puente es un ministro particular, que se deja los discursos políticamente correctos en un cajón de su despacho antes de recorrer España con la lista de proyectos millonarios bajo el brazo o al teclear sus mensajes en redes sociales.
Ya sabemos que las comparaciones son odiosas, pero hace 25 años hubo otro ministro con la misma cartera (antes era Fomento y ahora Transportes y Movilidad) que se expresaba con similar contundencia y eso que entonces no había Twitter. Pueden estar en las antípodas ideológicas y ser hijos de otro tiempo, pero de Francisco Álvarez Cascos se puede contar alguna anécdota que pasaría por actual y hasta atribuible al actual responsable de la cartera ministerial. Aquel político del PP de José María Aznar llegó a Granada en 2002 para visitar unas obras y le preguntaron por el AVE a esta ciudad andaluza, cuyo proyecto inicial no había agradado a los socialistas, que gobernaban entonces en la Junta y el Ayuntamiento. Cascos no se anduvo con rodeos ni trató de convencer a nadie sobre las virtudes de su propuesta. Sólo se limitó a decir que si no lo querían se llevaba los 60.000 millones de pesetas a otro punto de España donde estaban más receptivos. “El tiempo es oro, al menos para el ministro”, y ahí se acabó la declaración.
El AVE no llegó a Granada hasta 2019, 17 años después de aquellas palabras que fueron recibidas por los responsables políticos locales como una chulería. Y para colmo, se hizo en condiciones similares a las que no gustaban entonces, usando la vía convencional, lo que a la larga resulta una rémora enorme para todo el Corredor Mediterráneo que ahora hay que enmendar. Más nos hubiera valido coger la propuesta de Cascos al vuelo y no perdernos en una confrontación que se extendió en el tiempo para al final llegar al mismo punto, pero con dos décadas de retraso.
Esta es una lección que algunos alcaldes tienen hoy muy clara y otros no tanto. Hay quienes siguen perdiendo ese tiempo dorado en el rifirrafe político con el actual ministro, mientras sus infraestructuras se quedan en el terreno de las ideas. Óscar Puente ha hablado ya varias veces en público de su facilidad para entenderse con la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, en contraposición al regidor sevillano, José Luis Sanz, ambos del PP. El Gobierno financiará las grandes obras, pero las medallas se las llevan los alcaldes que son capaces de atraer y mantener esa inversión.
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