Los nuevos tiempos
César De Requesens
Turrón deconstruido
Aveces, no hay de qué escribir, y otras, sobran los temas. Georgina y Ronaldo han colado a sus niños delante de los de Gaza y Ucrania, para que reciban sus faraónicos regalos antes que nadie. En su avión privado, los han llevado directamente a la casa de Papá Noel en Laponia. ¡Agonías! Pedroche, en plan Venus Genetrix, la madre universal de los romanos, criogeniza su leche y la convierte en bisutería fina para adornar su evanescente vestido de fin de año. Y los Abogados Cristianos han denunciado a TVE y a los presentadores de las uvas. Lo de los Abogados Cristianos, salvíficas moscas cojoneras de la laboríntica laicidad en que vivimos, tiene más aspectos positivos que negativos. La confesión a la que pertenecen, hija del amoroso Jesús, ha empleado, siempre que el contexto se lo ha permitido, la máxima violencia para exterminar a los disidentes o devolver a los díscolos al redil. Ellos no. Se contentan con denunciar a los que, en su opinión, ofenden los sentimientos de los creyentes con sus chanzas. Ni la hoguera, ni las cámaras de tortura de la Inquisición proponen. Ni empalamientos ni fusilamientos ni ahorcamientos ni desmembraciones ni decapitaciones. Y menos, la guillotina, artilugio republicano y regicida que se compadece mal con su ideología vintage. Generosos, solo molestan a los cachondos con la pena de banquillo. Hay que estarles agradecidos. Los Ronaldo han roto el orden natural de las cosas, y como el jubilado que se cuela en la pescadería o en el consultorio, han llevado a los niños a Papá Noel, cuando es Santa Claus el que acostumbra visitar la casa de los babies. Y la inefable Pedroche, émula vana de su marido, el chef universal, carameliza y cristaliza su leche para lucirla en su lujosa desnudez; ella, madre materna, embarazada antonomásica y la más seductora de las starlettes. A mi madre, una mujer extraordinaria, dueña de un ingenio y de una inteligencia no inferiores a los de la Pedroche, no le daba la leche para cristalografías, paridora de 10 hijos, bastante tenía con sacarlos adelante sin desperdiciar ni una gotica de leche en abalorios y performances. Hay en Occidente mucha envidia de útero generoso, y procreador y la Pedroche saca partido de ello, proclamándose la diosa de la fertilidad. ¡Pedroche, abogados cristianos, Ronaldo, la leche que os dieron!
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