Envío
Rafael Sánchez Saus
Luz sobre la pandemia
Has pensado alguna vez qué harías si no pudieras comunicarte? Y no hablo solo oralmente, algo tan importante. Los humanos tenemos muchas formas de comunicación, pero el lenguaje oral es fundamental. Nuestra forma de hablar no solo expresa lo que pensamos sino que puede servir para intentar cambiar la realidad y generar en el receptor una imagen falsa de lo que nos ocurre. También puede servir para generar expectativas en virtud de una locución adecuada a nuestros ideales y no la realidad. Por tanto puede servir, directamente, para ir forjando la realidad que aspiramos a crear.
Que se lo digan, si no, a los políticos que desde la Plaza del Carmen hablan de logros ajenos como propios, simplemente porque su institución colabora (léase acelerador de partículas, entre otras muchas realidades). Que se lo digan a quienes desde Fomento hablan de construir corredores verdes en la Vega de Granada cuando en realidad están planeando (y no critico ahora el fondo sino solo la forma de exponerlo) llenar las hazas de asfalto.
Que se lo digan a quienes desde San Telmo hablan de proyectos como la alta velocidad transversal de Andalucía identificándola como el AVE directo Sevilla-Málaga. A lo que se refieren quienes hablan así es a terminar el viejo proyecto de unir por alta velocidad ferroviaria Sevilla con Antequera para así permitir la puesta en marcha de trenes AVE por la línea más recta posible del centro de la comunidad. Entonces, ¿por qué se vende eso como un AVE Sevilla-Málaga si también puede ser exactamente el AVE Sevilla-Granada o Sevilla-Almería? Cuando algo se tiene tan claro, cuando tu corazón sabe qué quieres hacer desde tu gobierno, la boca solo habla de eso. Y así se vende, porque así se valora. Y lo demás, no existe. Así es. Y el lenguaje también cuenta, en este caso, por omisión.
P.D.: A raíz de la columna dominical de la directora de este periódico, aprovecho estas líneas para exigir un plan concreto contra el negocio de la marihuana en Granada. Hace años que la mancha verde pasó a verdinegra, como explicó ayer Lola, y no podemos dejar que los colores, ambos, se cronifiquen y se enquisten. Quizás aún estemos a tiempo, pero hace falta una determinación política que no sabemos si existe. El Gobierno de la nación debe dar los pasos que comenzó a dar en el Campo de Gibraltar hace años con un plan especifico contra el narcotráfico. Algo se ha conseguido. Algo podemos y debemos hacer en Granada. Y no basta con extender ese plan a varias provincias andaluzas, entre ellas Granada, aunque en parte, solo nominalmente. Eso es ruido para enmascarar pocas nueces. Otra vez se utiliza el lenguaje para enmascarar que se hace algo. Necesitamos un plan efectivo porque Granada sigue siendo la huerta de la marihuana de Europa.
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