Así no se puede

09 de julio 2024 - 03:09

Tal y como está Granada en Andalucía, es evidente que así no se puede seguir en esta CCAA. Los datos económicos, de distribución de la riqueza, paro, dotación de infraestructuras, emprendimiento…, revelan que Granada es la última de la cola de Andalucía y España. Y, al igual que en León, Zamora y Salamanca –en donde también ya se impondría una postura favorable al Lexit– pretenden iniciar su proceso autonómico aparte de Castilla y León, en Granada hay que adoptar medidas territoriales conducentes a nuestra propia autonomía territorial, porque así no se puede seguir...

Y así no se puede seguir, no sólo por la preterición de casi medio siglo que padece nuestra tierra provocada directamente por el gobierno andaluz, sino también por la diversidad/distintas identidades del Reino de Granada y de Andalucía, extraños compañeros de viaje por mor del derogado Decreto de Javier de Burgos de 1833, que, tras el referéndum fake del 28-F de 1980, provocó que se nos incluyera en Andalucía por caprichosos intereses políticos, y que a estas alturas del siglo XXI es ya inasumible para Granada y los granadinos.

Y es que el modelo territorial autonómico de España, sin tradición alguna en nuestra Historia, ha demostrado ser fallido y obsoleto, y las diferencias entre sus territorios cada vez se agrandan más. No hay más que ir a Sevilla para comprobar los miles de millones que las Administraciones Públicas se han gastado en la capital andaluza, mientras que Granada está cada vez más preterida, con recortes continuos en financiación y con progreso cero.

Tras +43 años de fracaso territorial de una CCAA del tamaño de Portugal, cual es Andalucía, es de justicia histórica, jurídica y social que, tras mil años de Historia del Reino de Granada, Granada tenga su propia autonomía que saque a nuestro agraviado territorio de la postergación y la alevosa usurpación institucional que padece, y los partidos mayoritarios no pueden contradecirse entre sus posturas en León y en Granada.

Y, aunque los detractores del Granadexit puedan discutir si saldría adelante o no la iniciativa autonómica del Reino de Granada, lo que no se puede es discutir la legalidad del proceso, porque es un derecho constitucional establecido en los artículos 143 y 144 de la Constitución Española.

Según demuestran los hechos territoriales en España, es evidente que no todos los españoles somos ni valemos lo mismo y que ese peso lo marca de dónde somos y dónde vivimos.

Así no podemos seguir... +43 años de sumisión no han podido acallar nuestro sentimiento de no pertenencia a Andalucía, a una autonomía equivocada. Nuestra solución: el Granadexit.

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