Orgullo LGTBIQ+

Lamentablemente, estos días, aflora la oposición política de la derecha a conmemorar el día del orgullo y a reivindicar más políticas activas que promuevan avances en la igualdad para hacer posible que las personas LGTBIQ+ gane su batalla aquí, y en todo el mundo.

Madrid, Valencia o Toledo son lugares en los que la oposición a desplegar la bandera LGTBIQ+ y a dar apoyo expreso a sus reivindicaciones nos ponen de manifiesto que aún queda mucho camino por recorrer. Especialmente desafortunadas han sido las declaraciones de la alcaldesa de Valencia al decir que “no se ponen banderas tampoco por el día del ELA, ni el día del Alzheimer, ni el día del cáncer.”

Esta situación, sobre todo, pone de manifiesto que se hace imprescindible una lucha activa para avanzar en las reivindicaciones de igualdad, cuyo objetivo es preciso aspirar a alcanzar de forma plena por mucho que se haya avanzado en los últimos años.

Uno de los problemas que deben enfrentarse, ante estas actitudes, de los grupos políticos del PP y Vox, se refiere a la percepción de una parte de la población que cree que no son necesarias políticas de igualdad, con acciones de discriminación positiva. Sería algo así como “que cada colectivo se busque la vida sin el desarrollo de políticas públicas”.

Y es que hay que trabajar sobre evidencias extraídas de la aplicación de políticas públicas que han priorizado acciones para la igualdad tanto en el ámbito educativo, como en el ámbito social e, incluso, normativo, consiguiendo avances importantes que hacen posible cambiar el panorama y mejorar la problemática de millones de ciudadanos y ciudadanas.

En este sentido, conviene saber que el Estado es un instrumento que puede contribuir de manera decisiva a conseguir avances en igualdad. Y lo ha hecho en diversos campos de acción: derecho al aborto, igualdad entre hombres y mujeres, matrimonio entre personas del mismo sexo o derechos LGTBIQ+, entre otros ámbitos.

Todo ello, en cumplimiento de mandatos constitucionales, pero siempre por impulso de los grupos políticos progresistas con un protagonismo especial de los Gobiernos socialistas y, también siempre, con las reticencias del PP que ahora parece vincularse lamentablemente con VOX.

Y es que queda mucho trabajo por hacer tanto en el campo de la acción política, como en el impulso de políticas públicas o en una acción decidida por la pedagogía social. Pediría a quienes en el PP no están de acuerdo con esta derivada, que hagan valer su posición para reclamar un cambio de rumbo que sitúe a su partido en el lugar correcto en búsqueda de la igualdad.