Paciencia

Aunque sea Viernes de Dolores y la Semana Santa esté en su cuenta atrás para poner la ciudad patas arriba, el título de esta columna nada tiene que ver con la Hermandad Sacramental de Paciencia y Penas que realiza su estación de penitencia el Miércoles Santo, sino más bien con la “paciencia” que el muy adulado y nunca bien ponderado presidente de la Junta de Andalucía, ha pedido a los andaluces ante el desastre de la sanidad que prometió solucionar en un periquete –Jesús Aguirre mediante–, pero que solo ha hecho que agravar en los cinco años y medio que lleva ocupando el Palacio de San Telmo.

Cuando en 2018 Moreno Bonilla aspiraba a presidir la Junta de Andalucía y en pleno debate con Susana Díaz, le preguntaba a la entonces presidenta, si era consciente del “sufrimiento que supone para una persona que tiene un problema de salud, que tiene un problema de diagnóstico... esperar y que pasen los días, las semanas, los meses y que no te den una cita”. Pues bien cinco años y medio y centenares de millones de euros después, aquella sanidad por la que tronaba Juan Manuel, no solo no ha mejorado, sino que ha empeorado sustancialmente, como lo demuestra que las listas de espera quirúrgicas y de especialidades que tanto lo preocupaban en la oposición, han aumentado un 25% con él en el Gobierno y afectan a más de un millón de andaluces, muchos de los cuales llevan esperando casi 300 días para ser intervenidos quirúrgicamente.

La paciencia es la virtud de tolerar y soportar las dificultades con fortaleza y sin lamentarse; una cualidad que implica constancia, perseverancia y dominio propio, que nos invita a aceptar aquella realidad que no podemos cambiar, aunque el caso que nos ocupa, la realidad sanitaria no solo se puede, sino que es imperativo cambiarla, como reiteradamente prometió Juan Manuel Moreno. Así las cosas hay que tener mucho, pero que mucho morro, para después de cinco años en el Gobierno pedir “paciencia” a las andaluzas y andaluces con el desastre de sanidad que padecen cada día. Como si de un Trump malagueño se tratara, Juan Manuel nos pide que ejerzamos esa cristiana virtud, por la muy poderosa razón de que va a comprometer “un enorme esfuerzo” para mejorarla.

Alguien debería recordar al Hijo Adoptivo de la provincia de Granada que a quien espera una intervención quirúrgica, o un diagnóstico sobre si padece un cáncer, no se le puede pedir paciencia, sin correr el riesgo de que te manden a freír puñetas, porque querido hermano adoptivo, la “paciencia” que nos pides en sanidad se mide en vidas humanas.

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