Crónicas levantiscas
Juan M. Marqués Perales
Junts por Jaén, Junts por La Línea y el PP
Se cumple este año que acabamos de estrenar el medio siglo de la muerte de Franco, el dictador al que lamentablemente ni la comunidad internacional, ni la resistencia democrática española, fueron capaces de derrocar en cuarenta años, la primera porque no quiso, la segunda porque no pudo.
Para quienes ya peinamos canas, aquel 20 de noviembre de 1975, parece que fue ayer. No sé ustedes, pero quien firma estas líneas recuerda vividamente aquella gélida noche, en la que el cambio súbito de programación de la única televisión existente en el país, ya indicaba que el final de la “lucecita de El Pardo”, era cuestión de horas.
La efemérides que conmemoramos este año debería ser aprovechada por cualquier demócrata que se precie para hacer pedagogía de lo que supone una dictadura, no solo en lo que respecta a la falta de libertades de todo tipo, sino también en cuanto a la devastación económica que conlleva y en las brutales limitaciones de derechos fundamentales que impone a título individual y colectivo. Pedagogía y divulgación, mucha divulgación de lo que supusieron para nuestro país las cuatro décadas de Franco.
El negacionismo emprendido con enorme éxito por la ultraderecha y amplios sectores de la derecha patria, con la inestimable colaboración de las redes sociales, nos está llevando a un escenario enormemente preocupante, en el que por ejemplo, según el último CIS, uno de cada cuatro jóvenes preferiría vivir en un régimen autoritario, creyendo, inocentes de ellos, que con un nuevo Franco vivirían mejor.
Esta conmemoración debería de servirnos también para desterrar de una vez por todas la idea de que la Democracia vino para quedarse por los siglos de los siglos. Lo que está ocurriendo en el mundo y en España, demuestra que la Democracia hay que pelearla cada día, porque aunque no lo parezca tiene muchos y muy poderosos enemigos entre nosotros
Que el PP se haya opuesto frontalmente a los actos diseñados para recordar lo que fue la dictadura y poner en valor los conseguido en el medio siglo que llevamos sin ella, es una pésima noticia y lo es porque hay asuntos que no admiten equidistancia y porque con esta postura los de Feijóo demuestran su difícil relación con el franquismo, del que muchos de ellos están demostrando ser herederos ideológicos.
Este aniversario debería servir para que a nadie le quepa duda de que cualquier tiempo pasado no fue mejor, que una dictadura es absolutamente inaceptable y que los bulos sobre las “bondades” del franquismo hay que erradicarlos de raíz. Nuestros niños de hoy deben ser hombres de mañana, sin ningún tipo de dudas sobre que la democracia es el único camino posible.
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