La pila de Europa

Como si Granada ya no tuviera bastante con llevar postergada/abandonada +43 años dentro de la autonomía andaluza, ser un territorio permanentemente agraviado, estar a la cola de todo y padecer una alevosa usurpación institucional, ahora nos quieren convertir en la pila de Europa.

Y es que, a base de megaplantas de placas fotovoltaicas y parques eólicos, han decidido destruir nuestro territorio, por mor del ecologismo exacerbado y la moda de las renovables ‘anti cambio climático’, que van a acabar arrasando la provincia de Granada y dejando nuestro territorio completamente devastado, porque la instalación de estas plantas generadoras de energía supuestamente ‘limpia’ van a exterminar nuestra tierra y nuestra fauna y flora.

El problema es que este tipo de energía vende, porque se supone que es ‘verde’, cuando verdaderamente se trata de un ángel exterminador de todo cuanto le rodea, porque ni la flora ni la fauna pueden sobrevivir cerca de estos monstruos que no sólo causan un impacto visual bestial, sino que, medioambientalmente hablando, aniquilan el territorio donde se instalan.

Y, a sabiendas de ello, ¿qué mejor que la ya menoscabada y deteriorada provincia de Granada para convertirla en la batería de Europa? Y como a los granadinos no hay quien nos movilice, pues aquí todo el mundo aguantando y/o pensando que las renovables son instalaciones energéticas beneficiosas, cuando van a arrasar medioambientalmente con todo el territorio en el que se ubiquen, y ya hay muchos emplazamientos y megaproyectos decididos.

¿Les parece justo que, para que un ciudadano de Europa tenga vivienda, coche y trabajo abastecidos con energía renovable, y se sienta súper ecologista-guay, haya que arrasar con el territorio de Granada? ¿Por qué no colocan estos monstruos en otra ubicación con menos impacto o sencillamente no los colocan?

Porque Granada siempre calla y lo acepta todo, y porque los políticos que representan a nuestra tierra no la defienden como se merece.

Granada no puede continuar parada, debe moverse ya hacia un futuro mejor, no hacia el nefasto futuro que quieren imponernos desde fuera. Y estos megaproyectos ‘renovables’ sólo nos traerán devastación y miseria. Tras cuatro décadas de nefasta experiencia, es momento de tomar nuestro propio rumbo si es que no queremos que otros –y en beneficio de otros– destruyan nuestro territorio.

Porque Granada lo necesita urgentemente, debemos dejar de estar quietos ante la funesta realidad ‘ecológica’ que nos espera y empecemos ya a movernos porque no se instalen estas megaplantas renovables que van a acabar con el presente y el futuro de nuestra tierra, fauna y flora. No debemos tolerar que nos conviertan en la pila de Europa.