Aquí aún no hay playa

Estos días Granada está llena de motivos para presumir de ciudad. Si hablamos de música, hace apenas unos meses, el programa Distrito Sonoro llenaba las plazas de conciertos gratuitos. Luego ha venido el Festival Internacional de Música y Danza, una cita ineludible en los circuitos europeos desde hace ya 71 ediciones y que, año a año, supera las expectativas de quienes lo siguen, bien sea mejorando y variando su oferta, bien sea ampliando a toda la provincia su presencia. Esta misma semana, una de las figuras más relevantes de la música pop del momento ha dado un multitudinario concierto en la plaza de toros, que ya había sido escenario, este año, de otros eventos musicales. Como también lo han sido el Palacio de Deportes o el Palacio de Congresos. También el Festival Internacional de Guitarra ha vuelto a realizarse. Por no hablar de la conmemoración del centenario del Concurso de Cante Jondo de 1922 y la huella que está dejando en todos los eventos de la ciudad.

Si hablamos de planeamiento urbanístico, estamos en pleno avance del estudio inicial del PGOU, abordado mediante un proceso participativo que está llevando a cada uno de los barrios de la ciudad, a través de las Juntas Municipales de Distrito, el diseño de lo que puede ser la Granada del futuro y lo hace abriéndolo a las propuestas de toda la ciudadanía.

En fin, que, a poco que un ayuntamiento se lo proponga, se puede cambiar una ciudad. Y en Granada, en apenas un año, se le ha dado la vuelta al panorama municipal. Tan grande es el impulso transformador del equipo de gobierno actual, que hasta van a darle a Granada uno de esos sueños imposibles: su poquito de playa. Mediante la solicitud de fondos europeos por valor de 3,2 millones de euros se construirán varios parques bordeando la ciudad y uno de ellos incluirá un lago artificial. Ese parque, de unos 40.000 metros cuadrados, tendrá al menos un 10% de su superficie inundada, lo que no solo permitirá el disfrute de granadinas y granadinos, también favorecerá y fomentará el crecimiento de plantas hasta ahora ausentes de nuestros suelo o la llegada de aves que proliferan en medios húmedos.

A simple vista, puede parecer una nadería. Pero con pequeños cambios se consiguen profundas transformaciones. La voluntad decidida de un equipo de gobierno que apuesta por mejorar la ciudad haciéndola más verde y habitable junto con las ayudas necesarias de todas las administraciones, incluidas las europeas, pueden conseguir hasta que aquí haya playa.