Envío
Rafael Sánchez Saus
Luz sobre la pandemia
Granada es una provincia como cualquier otra, sin ninguna duda, aunque aquí todas las rarezas ocurren juntas y con más frecuencia que en otros lugares.
Esta semana estoy triste. Lo primero, por la víctima del secuestro de Maracena. Ese pasmo en el cuerpo no se lo quitará nadie nunca. Mi máximo cariño para la concejala Vanessa Romero. Estoy triste también por la alcaldesa. Si, como ella dice -y no tengo argumentos para pensar lo contrario-, nunca observó ningún comportamiento en su pareja que le hiciese pensar que podría incurrir en acciones violentas, ni ella encismó a nadie contra nadie de su entorno, también lo estará pasando realmente muy mal.
Estoy decidido a no poner el foco, en lo que de mí dependa y mientras no se demuestre que hay que ponerlo ahí, en las tensiones internas de un equipo de gobierno. Tampoco en las que existen entre una persona encargada de elaborar una candidatura electoral con personas con las que, por mil motivos, no quiere contar. Ahí no puede, ni debe, estar el foco, porque eso ocurre cada día y es hasta normal y legítimo.
Otra cosas es si el actual equipo de gobierno, si el anterior o quienes quieren que sean han cometido alguna irregularidad. Si es así, que se investigue y que cada cual asuma sus responsabilidades. Todos deberán asumir responsabilidades. Y todos debemos saber que tenemos que poner en conocimiento de la autoridad competente cualquier irregularidad de la que seamos testigos en el mismo momento de conocer o sospechar algo.
Poniendo el foco donde hay que ponerlo, sigo triste. Y lo estoy porque Granada vuelve a sonar en toda España por cosas que no nos hacen ningún favor. Nuestra tierra debería sonar porque nuevas empresas siguen llegando para florecer entre nosotros; porque NTT Data iba a abrir en la ciudad con 250 trabajadores y se ha asentado -de primeras- en la calle Recogidas con 300, de una tacada. Tendríamos que sonar porque la inteligencia artificial y el ecosistema empresarial alrededor de las empresas tecnológicas, en general, se hace cada día más fuerte; porque el acelerador de partículas echa a andar (siendo el mayor proyecto científico de la historia de España); y porque esta provincia tiene futuro.
Granada está llena de visitantes en este puente. A pesar de que nuestras comunicaciones provocan que no lleguemos ni al 80 % en la recuperación del turismo, Granada es una plaza fuerte y el turismo seguirá siendo uno de nuestros pilares. A pesar de que la meteorología no está ayudando, el campo está fuerte. Y lo seguirá estando. Y en menos de lo que creíamos, el sector de las empresas tecnologías, las TIC, será nuestra tercera pata con tanto peso como las otras dos.
Estoy triste porque pasen estas cosas. Estoy triste porque tienen consecuencias personales. Y estoy triste porque nos manchan… y porque nos distraen.
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