Y el PSOE creó el mundo

Quousque tandem

02 de diciembre 2024 - 03:09

La señora Alegría, ministra portavoz del Gobierno que va a acabar con todos los bulos, nos explicó esta semana que el primer presidente de un Gobierno democrático fue el señor González. Supongo que el terrible pecado de los señores Calvo-Sotelo y Suárez fue no militar en el PSOE. O así creí entenderlo cuando otro miembro del gabinete, en este caso la señora Rodríguez, titular de Vivienda, aclaró que blindarán las políticas sobre vivienda en la Constitución “cuando acaben con la derecha”. Supongo que mientras quede un español de derechas no se sentirán obligados a implantar ninguna política al respecto. Siempre es bueno saberlo, aparte de que nunca viene mal tener a quien culpar de los propios errores. Y si es un orco de los bosques, mucho mejor.

Pero faltaba por saltar a la palestra el señor Zapatero, conocido por inmatricular la Tierra a favor del viento –no sabemos aún si de Bóreas, Noto, Céfiro o Euro o de una Comunidad de Bienes de los cuatro–, para desasnarnos. Y es que resulta que, –fíjense que despiste el mío al no saberlo y más aún al no darme cuenta en su día– fue el PSOE quien abrió las puertas de la educación a la mujer. Vamos, que hasta 1982, las niñas no iban al colegio, según parece. Se lo tengo que decir a mi madre. Menudo disgusto se va a llevar con lo bien que se lo pasó ella en el colegio en la posguerra. Porque se ve que mis compañeras de la Facultad en los ochenta –benditos años– eran robots o peor aún, hombres disfrazados a los que enviaba el Gobierno para engañarnos. Como las profesoras que tuve, que fueron unas cuantas, dicho sea de paso. Menos mal que llegó el señor Zapatero para abrirnos los ojos y explicarnos que hasta que el PSOE llegó al Gobierno vivíamos todos en nuestro propio show de Truman.

Y conste que lo peor no es que mientan públicamente y sin descaro alguno. Al ex presidente Zapatero ni le tiembla la ceja cuando afirma que su amada Venezuela es una democracia sin tacha, por ejemplo. Lo terrible es que le aplaudan mujeres que ya no van a cumplir los cincuenta y afirman ser licenciadas universitarias. Porque o no lo son o aplauden un bulo como el sombrero de un picador que diría un taurino. Y con ellas, sus parejas, que igual las conocieron en la cafetería de la facultad. Amén de sus hijos y hasta sus padres, tan orgullosos ellos entonces.

Al partido antibulos ya sólo le falta reescribir el Génesis para que empiece como corresponde: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra cuando el PSOE le concedió la licencia de obras”.

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