Érase una vez
Agustín Martínez
Presupuestos?‘destroyer’ para Granada
Se imaginan ustedes que hubiera sido la amada y odiada, Isabel Natividad Díaz Ayuso, la que hubiera propuesto que la comunidad autónoma de Madrid, reecaudara en exclusiva todos los impuestos que se generan en su territorio y luego ya si éso, entregar una cuota de solidaridad al resto de comunidades ‘muertas de hambre’?
¿Se imaginan que el alcalde y el presidente de la Diputación de Málaga, realizaran la misma propuesta para recaudar y gestionar los impuestos del territorio más rico de Andalucía y que al resto de provincias les fueran dando?
Exactamente eso es lo que el PSOE, o mejor dicho su secretario general, Pedro Sánchez y su núcleo duro compuesto por María Jesús Montero y Félix Bolaños, ha acordado con Esquerra Republicana de Cataluña, entregándo a esa comunidad autónoma la absoluta autonomía fiscal, o lo que es lo mismo, las llaves de la caja, la caja entera y la chequera completa, para conseguir la contrapartida de la investidura de Salvador Illa, como presidente de la Generalitat, con permiso de la astracanada de ayer de la tocata y fuga de Carlos Puigdemont.
El estruendoso silencio impuesto por la dirección del PSOE a la hora de dar explicaciones sobre tan capital acuerdo, puede darnos una pista de hasta que punto en el partido no se entiende, o se entiende muy mal la decisión de sus dirigentes.
Les confieso que después de escucharlo en repetidas ocasiones, aún no me aclaro si el secretario general de los socialistas andaluces, Juan Espadas, está a favor, en contra, o queda como mediopensionista respecto a lo acordado por su partido con ERC y de ahí para abajo, imaginen ustedes.
El sufrido militante y votante socialista está ante una nueva estación de penitencia del via crucis en que se encuentra inmerso desde hace meses, por mor de resultados electorales varios que han hecho depender, tanto la presidencia del Gobierno, como la de Cataluña, de formaciones minoritarias nacionalistas que hace mucho tiempo que no se han visto en otra.
Cuando la dirigencia socialista se enfrenta a contradicciones tan brutales, como las de los indultos, la amnistía y ahora la rendición fiscal, siempre acude al manido mantra de la ‘pedagogía’. Mucho me temo que no hay pedagogía capaz de convencer a un socialista andaluz, extremeño, castellano manchego, o asturiano, de que es bueno para su tierra que las comunidades más ricas decidan sobre sus impuestos y solo a modo de limosna territorial, cedan unas migajas a las que menos tienen… Y es que hablando de ‘pedagogía’, algunos podrían empezar por volver a repasar el concepto de SOLIDARIDAD.
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