El roquero y el rapero

Pese a las diferencias, los dos cantantes llevan la palabra Granada grabada en su corazón. Bravo por los Migueles

12 de junio 2024 - 00:00

Les juro por mis muertos más queridos que hasta hace cuatro días, como quien dice, no sabía quién era Miguel Cantos, alias Saiko, ese chico de Armilla que el pasado fin de semana llenó por dos veces Los Cármenes con jóvenes que fueron a oír sus canciones. ¿De dónde ha salido este joven armillero que ha sido capaz de meter 23.000 personas en un estadio de fútbol? En la respuesta está esa ignorancia mía sobre los actuales gustos musicales de la juventud. “Los tiempos están hechos por la gente que los habita; y la gente que habita este tiempo quiere, o exige, tener lo que tiene”, decía la semana pasada Pérez Reverte en su columna. Verdad verdadera. Así, que yo estuve más pendiente del concierto de Miguel Ríos, que celebró su ochenta cumpleaños cantando en un escenario. Mientras Saiko cantaba en el campo de fútbol, Miguel Ríos lo hacía en la Plaza de Toros. Los más jóvenes se fueron con el cantante de rap y reguetón y los más veteranos y azuzados por la vida estuvimos con el sempiterno roquero. Miguel Ríos nació en el primer año del hambre: 1944. El año de la achicoria, el boniato y el pan de higo. El día 6 de junio de ese año los aliados desembarcaban en Normandía y un día más tarde desembarcaba en la familia Ríos un niño que quería ser cantante. ¡Bienveniiiidooooo!, le cantaron sus padres. En su biografía queda la frase de su madre cuando lo llevó a ver a Machín y al salir del teatro le dijo: “Si quieres dedicarte a la canción, adelante. Pero no te hagas viejo en el escenario”. Ni puto caso le ha hecho Miguel Ríos a su madre.

En cuanto a Miguel Cantos, nació en 2002, fue el año en el que empezamos a pagar en euros, pusieron encima del Ayuntamiento de Granada un caballo de bronce, Rosa representaba a España en el Festival de Eurovisión y el Granada CF bajaba a Tercera División por no pagarle a los jugadores. Cuando Saiko nació la lucha por la subsistencia de la mayoría de los españoles estaba resuelta. Lo que sí es cierto es que ambos cantantes llevan la palabra Granada grabada en sus corazones. Todo lo que el cantante de los 80 años ha recaudado en el concierto irá para la fundación que lleva su nombre y que está instalada en su ciudad natal. Parte de lo recaudado por el cantante de los 22 años irá para patrocinar al Granada CF. Bravo por los Migueles.

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