Érase una vez
Agustín Martínez
Presupuestos?‘destroyer’ para Granada
Como de todos es sabido, San Halloween es un santo muy granadino y mucho granadino. Hay quien dice que con raíces albayzineras, hay quien lo reivindica como “greñúo” de pura cepa, lo que está fuera de toda duda es que San Halloween es “granaíno” por los cuatro costados y es por éso por lo que me resulta inexplicable, que 45 años después de las primeras elecciones municipales, ni Antonio Jara, ni Jesús Quero, ni Gabriel Díaz Berbel, ni Pepe Moratalla, ni Torres Hurtado, ni Paco Cuenca, ni Luis Salvador, ni Paco Cuenca, otra vez, alcaldes todos ellos de esta muy “Noble, Leal, Heroíca y Celebérrima ciudad de Granada”, hayan reparado la injusticia de no declarar el día de este santo tan nuestro, como fiesta local para nuestros escolares… ¡Menos mal que ha llegado Marifran Carazo a la Plaza del Carmen, para “desfacer” semejante entuerto y hacer justicia con ese santo al que tanto queremos y tanto nos representa!.
Sí, señoras y señores, nuestra alcaldesa ha decidido que los dos días festivos locales en nuestros colegios del año que viene serán el del jueves de Corpus, que marca nuestra feria y ¡por fin! El 31 de octubre, fecha en la festejaremos San Halloween, para mayor gozo y regocijo de las granadinas y granadinos grandes y chicos.
Con esta “acertadísima” decisión los papás podrán preparar sin agobios las calabazas iluminadas que tan habituales han sido de siempre en nuestros hogares, además de llenar salones y habitaciones de las castizas telarañas y muñecos con guadañas que nunca han faltado en las casas granadinas. Los más pequeños no tendrán colegio, por lo que se podrán disfrazar de muertos vivientes, como se viene haciendo en nuestra ciudad desde tiempo inmemorial y llamar a nuestras puertas pidiendo “truco o trato”, como han venido haciendo sus tatarabuelos, desde los tiempos de Boabdil… ¡Qué alegría, qué alboroto!
Diga usted que sí Marifran, pocos días pueden ser más granadinos, que el elegido para ser fiesta escolar, un santo que fue el primero bilingüe que tuvo Granada y que desde el año que viene, seguro que contribuirá a que nuestra ciudad sea más internacional y menos cateta.
Claro que siempre aparecerán los típicos “malafollás” que le critiquen por tan granaína decisión, preguntándose por qué no se ha designado como festivo el día de la Tarasca, o el de Mariana Pineda ¡Como si la Tarasca con sus gigantes y cabezudos, o la Mariana con el rojerío siempre dando por saco, pudieran compararse con San Halloween!… Ni caso, alcaldesa, ni caso.
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