La suma de cantidades insignificantes no es tan insignificante

Da rabia al común de los mortales escuchar frases como que “el 60% de una cantidad insignificante sigue siendo una cantidad insignificante”, con la que el gobierno del Ayuntamiento de Granada justificó en su día la subida de los precios para el uso de las instalaciones deportivas. Si sólo fuera esto, pero la realidad es que al ciudadano se le acribilla a tasas e impuestos desde todas las insaciables administraciones –de todos los colores– para dedicar buena parte de lo que se le saca del bolsillo a mantener una burocracia que, en no pocas ocasiones, es mastodóntica. Puede que la subida de instalaciones deportivas sea insignificante pero si se le suma la zona azul, la tasas que encarecen el consumo de agua, etc. y las no menos ‘insignificancias’ como el impuesto de circulación y el IBI, a más de un ciudadano se le va el sueldo de un mes en lo que se le ‘recauda’ desde el Ayuntamiento en un año. A ello hay que sumar los cobros desde la Diputación y los impuestos de un Gobierno con los que se sablea al que se parte el lomo. Si al menos las administraciones dieran ejemplo de moderación y gastaran en lo que realmente es necesario...