
La ciudad y los días
Carlos Colón
Ni Don Óptimo, ni Don Pésimo: sensatez
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Da mucho vértigo este tiempo. Donald Trump está poniendo al mundo “patas arriba” con sus decisiones unilaterales que están cambiando el panorama de las relaciones internacionales, tanto en el plano político como en el plano económico y social. Estar en manos de un líder político como el actual presidente de los Estados Unidos nos sitúa ante el abismo.
El alineamiento de Trump con la extrema derecha a nivel internacional, así como las decisiones presidenciales sobrepasando incluso límites legales de EEUU, puede hacer pensar que pudríamos estar ante el inicio de una destrucción paulatina de la democracia que impera en occidente desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Los aranceles anunciados por Trump hace poco más de 48 horas en los jardines de La Casa Blanca han generado una caída generalizada de las bolsas y numerosos anuncios de reacción por parte de los países afectados por la idea de generar nuevos aranceles.
En el caso de la Unión Europea, aunque las declaraciones iniciales han sido diplomáticamente prudentes, la próxima semana se anunciarán las medidas defensivas con las que Europa gravará productos estadounidenses con la pretensión de negociar un nuevo escenario aunque da la impresión de que Trump no parece muy dispuesto al diálogo.
Si entramos en un escenario de aranceles por todos lados, la incertidumbre económica y los efectos en los beneficios de las empresas productoras junto al incremento previsible de los precios de los productos gravados nos puede llevar a una crisis económica cuya dimensión y duración es difícil de dimensionar.
A la vez, la actual orientación de tantos países en la línea de incrementar los presupuestos destinados a defensa se traducirá en disponer menos recursos para el bienestar y las políticas sociales. Es por eso, que este tiempo de aranceles da vértigo y nos debe llevar a reclamar a nuestros líderes la mayor unidad y prudencia para que las respuestas sean acertadas y no alimenten escenarios sombríos.
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