La esquina
José Aguilar
¿Tiene pruebas Aldama?
Cuando hablamos de educación solemos pensar en escuelas, universidades y clases, pero ¿será verdad que la publicidad, los videoclips o las películas también educan? ¿Será cierto que existe el currículum oculto? ¿O que la ciudad puede ser también educadora?
A estas alturas de siglo tenemos ya claro que la educación no se produce solo en el sistema educativo ni en los procesos planificados para ello y conviene atender también a esos otros aspectos informales que al final también educan.
Por eso, porque nos jugamos una parte del presente que estamos construyendo, pero mucho más buena parte del futuro que queremos armar, el empeño del Ayuntamiento de Granada para conseguir que la nuestra sea una verdadera ciudad educadora es mucho más que un programa político y se convierte en un verdadero compromiso de futuro mejor.
El movimiento de ciudades educadoras, surgido en 1990, pretende crear una red de ciudades que, en torno a los principios que establece la Carta de Ciudades Educadoras, fijen un Proyecto Educativo de Ciudad. En dicha carta se especifica: "La educación trasciende los muros de la escuela para impregnar toda la ciudad".
Persiguiendo ese sueño, pero concretándolo en datos, en el mes de mayo de 2022 nuestra ciudad se unió a la Asociación Internacional de Ciudades Educadoras.
El siguiente dato: el pasado mes de noviembre se realizó el primer foro ciudadano, al que fueron invitados todos los agentes sociales de la capital, para alcanzar una auténtica alianza que persiga hacer de la ciudad un verdadero agente educativo. Bajo la coordinación de Fernando Trujillo, un referente en el mundo educativo español, se inicia un proceso que incluye el diagnóstico y mapeo de activos presentes en la ciudad, la redacción colaborativa del Pacto por una Granada Educadora y la puesta en marcha de las actuaciones que se consideren así como la evaluación permanente del proceso.
Y un último dato: este mismo mes de febrero se ha puesto en marcha el proyecto 'Recuperando'. Dicho proyecto, mediante un acuerdo entre el Ayuntamiento de Granada, la empresa Inagra, la Fundación Purísima Concepción, Asprogrades y Ecoembes, conseguirá la inserción laboral de cinco personas con discapacidad intelectual en el sector del reciclaje.
Que un ayuntamiento se ponga a la cabeza de de los procesos que persiguen construir un futuro mejor en el que se incluya a toda la ciudadanía es una novedad que debiera convertirse en costumbre. Porque, tal y como dice un proverbio africano, "para educar a un niño o una niña hace falta la tribu entera".
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