Érase una vez
Agustín Martínez
Presupuestos?‘destroyer’ para Granada
Es curioso lo que depara una noticia. Cuando este tribunal desconstitucional anunció su sentencia, nunca pensé si nuestra granadina ponente había o no acertado en su fundamentación jurídica. Debo decir que lo esperaba. No que lo intuía. Lo esperaba. Por mi mente, en apenas segundos, pasó Carrillo con su cigarro, Felipe González con chaqueta marrón de pana gorda, Suárez con Abril Martorell haciendo aros con el humo del cigarrillo… la humareda del hemiciclo y las caras circunspectas de quienes sacaron este país a flote, de quienes defendieron el castillo de naipes hoy derribado. Los fachas del 78, les dicen...
Hubiera preferido un indulto antes que una ponencia dictada por una magistrada medalla de Andalucía desde 2012 en virtud de decreto de Don José Antonio Griñán. El indulto al menos, sólo hubiera afectado al inexistente prestigio de Pedro Sánchez. Pero no. Esta sentencia consuma una desleal muerte de un tribunal que consideramos garante de nuestra convivencia. Es verdad que intuíamos su politización desde aquellos nombramientos. Pero siempre, ilusos, nos quedó un rayo de esperanza.
Pedro Sánchez ha preferido escudarse detrás del Tribunal Constitucional aun a costa de matar su credibilidad de por sí escasa. El Constitucional siempre fue, lo lei ya en algún lado, su coartada perfecta. Ha sido una muerte a cachitos. Ha ido estirando torticeramente las costuras de nuestra Constitución hasta denostar por completo su credibilidad: el cupo catalán, el referéndum de independencia…y ahora el desconstitucional.
Pedro Sánchez tiene lo que siempre quiso. Controla ya el desconstitucional. La Fiscalía general del Estado es su brazo armado. Y ahora, el Consejo General del Poder Judicial. Renovado. Todos quieren apuntarse el tanto. Pero aún no acierto a distinguir quién de todos los partidos, incluidos los que no firmaron el acuerdo, está actuando con auténtica responsabilidad de estado. Sí; eso que hace perder elecciones pero los libros de historia agradecen. Me parece que muchos partidos, también externos al pacto, sólo por el bien de nuestro país, se lo deberían hacer mirar. Les recuerdo, lo poco que duró el juguete de Ciudadanos. La parálisis judicial es grave y preocupante, pero la posibilidad de que Sánchez se haga con el control también del Poder Judicial, sería más grave y más preocupante. Si el acuerdo anteayer firmado no es sólo un breve paréntesis, si finalmente el bloqueo sigue afectando a una nueva ley del Poder judicial (y otra electoral), sería el principio del fin de la democracia real en nuestro país.
Vuelvo a lo mío. Díganme cómo decir a nuestros hijos que hace unos días hicieron trizas la garantía de cuarenta años de mi vida. Siempre dudé si a ellos les llegaría algo de la ilusión con la que compartí este mundo y con la que viví estos años. Tuve miedo entonces. Tengo más miedo ahora. Y el miedo que corrompe el alma nunca es buen consejero. Jugando a defender la verdad, descubrimos que ésta no importa, sino sólo permanecer incólume en el pedestal. Qué más da. Somos muchos y nadie te va a echar en falta…
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