El regreso de la Gran Granada

Sebastián Pérez ya piensa en su posible candidatura a la Alcaldía con una marca propia, consciente del daño que puede hacer la fractura, como le pasó con Juan García Montero en 2019

Sebastián Pérez, en uno de los últimos plenos municipales
Sebastián Pérez, en uno de los últimos plenos municipales / Antonio L. Juárez /Ps

30 de octubre 2022 - 01:00

La venganza es un plato que, sobre todo en política, se sirve muy frío. Temen en el PP que su antiguo presidente, Sebastián Pérez, dé todavía mucho que hacer. A priori cuesta creerlo, porque ahora se dedica a escribir libros y su presencia en los plenos es casi testimonial, pendiente del móvil y sin apenas intervención en los debates. Pero no se corta la coleta y tiene la vista puesta en las próximas elecciones municipales. Hay una idea y hay financiación para que vuelva a figurar en los carteles como candidato a la Alcaldía. Dice que lo está valorando. En cambio descarta otras opciones de formaciones ya existentes, como la de Vox. En este partido no tiene grandes amigos porque muchos de los que ahora están ahí se fueron del PP cuando él era presidente, una posición en la que se suelen pisar callos.

Su posible proyecto electoral podría recordarnos más al de Juan García Montero en 2019, que fue precisamente la gran china en el zapato de Sebastián Pérez y lo que a su juicio le impidió ser alcalde de Granada. Aquella candidatura que se llamó Centrados en Granada (como se podía haber llamado Vota a Juan) no obtuvo los votos suficientes para que el exconcejal de la época de José Torres Hurtado se mantuviera en el Ayuntamiento. Pero las 3.312 papeletas de derechas que se llevó sí podrían haber ido al PP, lo que hubiera fortalecido la posición de este partido en la coalición con Cs y el pacto con Vox. O no, porque esos miles de votantes también se podrían haber marchado a la playa el día de las elecciones.

Juan García Montero, candidato de Centrados en 2019
Juan García Montero, candidato de Centrados en 2019 / G. H.

Lo que importa ahora es que Sebastián ha estado siempre convencido de que esa fue la clave que le impidió ser alcalde. Hay que recordar que en la noche electoral de 2019 dijo: "Con una fracturación así, con partidos creados para dañar nuestra marca, el milagro es llegar a los 14 y sumar para llegar al gobierno". Él ha vivido en sus propias carnes los efectos de la división y ahora puede contribuir a la misma con una candidatura que debilitaría al PP, el partido del que se siente despachado después de tantos años. La pacífica vuelta al partido de Juan García Montero y la del resto de los nombres de su lista es para Sebastián otro signo de que todo estuvo pensado para que nunca llegara a ser alcalde, incluso desde dentro.

Sebastián Pérez, en la noche electoral de 2019
Sebastián Pérez, en la noche electoral de 2019 / G. H.

Su órdago de hace dos años, al dejar de apoyar a Luis Salvador como alcalde en mitad del mandato, supuso el primer golpe para el PP, que acabó fuera del gobierno; aunque la mala gestión de la situación que hizo el propio partido fue clave para llegar a ese resultado. Algunas personas que actualmente tienen peso en la formación califican de “error histórico” aquellas decisiones avaladas por Teodoro García Egea y el equipo de Casado.

Ahora Sebastián Pérez cree que podría ser bisagra de gobierno, porque baraja datos que le darían dos concejales, en detrimento sobre todo de Vox. En el PP dan poca credibilidad a la amenaza de esta candidatura o es que se esfuerzan en contener el aliento ante la posibilidad de vivir otra pesadilla en la carrera por la Alcaldía de Granada.

Con este panorama, el que se debe de frotar las manos es el actual alcalde, Paco Cuenca, que insiste en el compromiso de dejar gobernar al candidato más votado. Pero "ganar no es obtener el mayor número de votos", le advirtió Sebastián Pérez al socialista en la última noche electoral, sin imaginar que él mismo contribuiría a hacerlo alcalde dos años después.

El viaje a San Telmo

Antes de emprender el viaje a Sevilla para entrevistarse con Juanma Moreno el martes pasado, el alcalde de Granada se encargó de caldear el ambiente preelectoral de las municipales al erigirse como representante y líder de toda el Área Metropolitana. Algunos de sus homólogos, incluso del mismo partido, torcieron el gesto.

Juanma Moreno y Paco Cuenca en San Telmo el 25 de octubre
Juanma Moreno y Paco Cuenca en San Telmo el 25 de octubre / Juan Carlos Vázquez

Una vez en San Telmo, Cuenca pidió al presidente andaluz la creación de una oficina de gestión metropolitana. ¿Y eso qué es? ¿Algo así como la Oficina del Español de Toni Cantó? ¿O la Oficina de Smart City de Luis Salvador? El caso es que Moreno dijo que le parecía una “idea interesante”, aunque más orientada a planificar que a gestionar y en conjunción "con el resto de ayuntamientos".

Como él mismo sabe, Granada no es la ciudad de 220.000 habitantes del padrón, sino un conjunto de municipios pegados entre sí y con medio millón de personas que cada día se mueven de un punto a otro como si fueran distritos de una misma capital. En su discurso tras la reunión, el presidente compró la idea de Cuenca de la Granada Metropolitana, pero no el nombre. Es un matiz que no ha pasado desapercibido. Se refirió a nuestra aglomeración urbana como la “Gran Granada”, un término que el alcalde evita a toda costa porque fue el lema de la última campaña municipal del PP. La misma marca que Sebastián Pérez ha hecho suya. Parece que a Moreno no le preocupan esos rescoldos.

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