La red calienta la calle, el caso del Reino Unido

Editorial

13 de agosto 2024 - 03:07

Distintas ciudades del Reino Unido vienen padeciendo desde final de julio ataques y enfrentamientos violentos y racistas que han sorprendido en un país distinguido por su tolerancia y que han puesto de manifiesto el modo de actuar de distintos grupos xenófobos para calentar las calles. Hace tres semanas, un joven de origen ruandés, nacido en Gales, e hijo de unos refugiados, asesinaba a cuchilladas a tres niñas que participaban en una representación de baile. Una cuenta de internet sin apenas seguidores culpó del ataque a un musulmán, incluso inventó un nombre; posteriormente, una página digital de noticias falsas amplificó la audiencia de la mentira que, finalmente, se viralizó a manos de agitadores e influencers de bulos. El propietario de la red social X, Elon Musk, se hizo eco de los disturbios, y proclamó en varios mensajes que la guerra civil en el Reino Unido era inevitable. Es la dinámica de lo que se llama la trompeta de amplificación, en la que han participado diversos desinformadores británicos y en la que no se descarta la participación de agentes extranjeros. Llama la atención, por ejemplo, que buena parte de estos mensajes procedan de Estados Unidos. El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, anunció que perseguirán a quienes alienten la violencia en persona o desde internet, y constituyó un grupo de policías y fiscales para juzgar los hechos durante las 24 horas del día. Downing Street ha criticado que la red X esté alentando la violencia e investiga si países como Rusia también están participando en la ola de falseamiento. Este caso pone de manifiesto la necesidad permanente de vigilar, para contrarrestar con pedagogía, los mensajes xenófobos y poner coto a quienes, desde el anonimato del escenario digital, se encargan de promover acciones violentas y desestabilizadoras. Algunas veces, como ha ocurrido en el Reino Unido, los propagadores son personas conocidas e, incluso, propietarios de redes.

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