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No cabe duda que en los últimos tiempos el número de separaciones y divorcios ha crecido de manera exponencial en nuestro país debido al esplendor económico de la precrisis, donde más de un progenitor se confió en exceso de que esa bonanza duraría para siempre y donde ya el número de divorcios duplica al de matrimonios, 100.000 al año. Los grandes perjudicados, los de siempre, los más vulnerables: los menores, nuestros hijos. ¿Qué progenitor "se queda" con los niños? ¿Veintiséis días uno y cuatro el otro? Ese día dejas de ser un/a buen/a padre/madre para pasar a ser un simple visitador para tus hijos. Sí, un visitador, con días y horarios restrictivos y tasados.
Nuestra sociedad ha avanzado en muchos aspectos en cuanto a la igualdad de género, aunque todavía nos queda mucho camino por recorrer. Uno de esos caminos es la custodia compartida. Tan sólo hay que teclear en google custodia compartida y nos aparecen aproximadamente 539.000 resultados.
Próximos a las fechas navideñas, el Partido Popular, mi partido, a través del ministro Catalá reclamó a los grupos políticos un gran acuerdo para reformar el Código Civil y que la custodia compartida se convierta en una "relación de normalidad" en los casos de separación y divorcios, dando así un halo de esperanza para muchos madres y padres que defendemos día a día esta fórmula por criterios de igualdad de género y para erradicar estereotipos sexistas.
Otro gesto fue la enmienda que se aprobó en el XVIII Congreso Nacional del Partido Popular el pasado mes de febrero. La presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig, defendió que hay que abordar las "reformas legales necesarias" y establecer la modalidad de custodia compartida como "las más deseable". Dicha enmienda se aprobó por 427 votos a favor, 4 en contra y 1 abstención. Debemos tener presente que ya se trata de una realidad en nuestro país pues se han aplicado en otras comunidades como País Vasco, Navarra o Aragón.
Del 17 al 19 de marzo se celebró en Málaga el XV Congreso Autonómico del PP Andaluz en cuya ponencia social se recogía: "Art. 63. La protección de la infancia también se traduce en garantizar que los padres tengan el derecho de disfrutar de sus hijos y asuman la obligación de educarlos. Por ello, defendemos la custodia compartida, fomentando el reparto de ese derecho y esa obligación entre los padres, siempre en beneficio de los hijos e hijas. Nos comprometemos a que haya escuelas de padres y madres que hayan decidido separarse o divorciarse legalmente para que eduquen en valores de respeto y amor hacia sus hijos".
¡Sorpresa! El mensaje del ministro Catalá había calado, no sólo en la estrategia nacional del Partido Popular, sino también en la andaluza. Debemos congratularnos.
Llegó el domingo, festividad de San José y Día del Padre. Qué mejor día para reivindicar la custodia compartida. Como compromisario del PP andaluz, sentí la obligación moral de aportar mi granito de arena a este debate nacional y que afecta ya a más de cuatro millones de familias de progenitores. Por ello, enmendé el artículo 63 de la ponencia social del PP andaluz ya que no se trata de un derecho de los padres a disfrutar de sus hijos sino de un derecho de los hijos a disfrutar de ambos progenitores.
Debatí la enmienda en el seno de mi partido, que es donde hay que debatir y confrontar las ideas. Expuse que debe prevalecer siempre el bien superior del menor, recogiendo la doctrina del Tribunal Superior y siguiendo las directrices de la Convención Europea sobre los Derechos del Niño. Es más, predominando el principio de interés y beneficio del menor y de igualdad entre los cónyuges de la pareja, la corresponsabilidad parental y el derecho de los hijos a disfrutar de convivencia equilibrada y progresiva con ambos progenitores, así como la obligación de los padres de proveer alimentación y crianza.
Mi gran compañera Ana Mestre, encargada de defender la ponencia social del PP-A en el congreso autonómico, entendió a la perfección mi mensaje, "lanzándome el guante" en forma de transaccional que acepté sin dudarlo. Se aprobó por unanimidad. Acabábamos de fijar la estrategia política que impulsará Juanma Moreno en materia de custodia compartida cuando sea investido presidente de la Junta de Andalucía.
Si realmente queremos la igualdad en Andalucía, la custodia compartida debe dejar de ser una excepción en nuestra Comunidad. No se puede pedir igualdad laboral con una mano y la custodia exclusiva de los hijos con la otra, es el colmo de la demagogia. Defender la custodia compartida es "pujar" por la igualdad.
Pero no podemos bajar la guardia. Partidos como PSOE y Podemos se han posicionado abiertamente en contra de la custodia compartida, tal y como pusieron de manifiesto en la Asamblea de Madrid cuando Ciudadanos, impulsor de la iniciativa, logró el apoyo del PP para que no se conceda automáticamente la custodia monoparental. O simplemente, barbaridades como las pronunciadas por la abogada de la Asociación de Mujeres Juristas Themis en su ponencia Custodia compartida, otra forma de violencia de género en las XI Jornadas contra la violencia de género: rearme ideológico del patriarcado.
Señor Ministro, siga dialogando y encuentre ese gran pacto para reformar el Código Civil y dar cumplimiento de una vez por todas a la resolución 2079/2015 del Consejo de Europa donde se pide a las autoridades públicas de los Estados miembros "respetar el derecho de los padres a una responsabilidad compartida a fin de garantizar lo que el Derecho de Familia ofrece, en caso de separación o divorcio, y regular la custodia compartida de los niños…".
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