La tribuna
Las dos claves de los mensajes
Granada/CSIF acoge este Primero de Mayo con preocupación, firmeza y responsabilidad ante la situación de incertidumbre y las dificultades que afronta España y sus trabajadores. Hace apenas 72 horas, un apagón sin precedentes nos ha dejado sin directrices ante situaciones excepcionales en las que los empleados públicos se han vuelto a poner en primera línea para defender los derechos y libertades de la ciudadanía.
Afrontamos la realidad de España con sentido crítico, lejos del triunfalismo del Gobierno y de las organizaciones de clase y compartimos la preocupación social ante la inestabilidad política, la ausencia de Presupuestos Generales del Estado y los problemas de la ciudadanía frente al alza de los precios en la cesta de la compra, la vivienda y la energía. Asimismo, asistimos a situaciones de precariedad laboral que afectan fundamentalmente a jóvenes y mujeres, retos en la Seguridad Social que dificultan cada vez más las condiciones de acceso a una jubilación y al deterioro progresivo de nuestros servicios públicos. Además, miles de mujeres siguen viendo mermados sus derechos con la brecha salarial, la discriminación y situaciones machistas que en su más grave expresión se traducen en episodios de violencia de género, violencia vicaria y asesinatos, que despreciamos.
CSIF valora la evolución al alza en el empleo. Sin embargo, nos tememos que la creación de empleo no da más de sí y la tasa de paro duplica de forma estructural a la de la Unión Europea, con un volumen de fijos discontinuos que maquilla la precariedad en el trabajo. Según la última encuesta de Condiciones de Vida del INE, un 26% de los españoles se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social, la población con carencia material y social severa se sitúa en el 8,3% y hasta un 36% no puede afrontar gastos imprevistos.
Conscientes de estos obstáculos seguimos alzando la voz, gobierne quien gobierne y seguimos trabajando para defender los derechos de los trabajadores con unas condiciones laborales dignas, seguras y saludables; en este camino estamos restando espacio electoral a las organizaciones tradicionales, ya que somos una alternativa real y consolidada para las personas trabajadoras españolas. Por eso, seguimos siendo mayoritarios en las administraciones públicas y hoy estamos presentes en infinidad de empresas privadas, algunas muy significativas como Atresmedia, Retevisión, Cope, Michelín, Zara, Bershka, Benetton, Cortefiel, Coca Cola, Telepizza, Grupo Once, Burger King, Campofrío, Caixabank o Unicaja.
El apagón ha visibilizado una vez más el papel que juegan los trabajadores públicos y es de justicia mejorar sus condiciones laborales. Desde CSIF denunciamos la situación que arrastran con una pérdida de poder adquisitivo de un 8% desde 2022, tras el acuerdo firmado con los sindicatos de clase y que CSIF no suscribió, y de un 20% desde los recortes de 2010. Por otra parte, nos tememos que las administraciones públicas van a incumplir el objetivo de estabilización en el empleo y el Gobierno ha retrasado el derecho a la jubilación parcial.
Ante este panorama, desde CSIF estamos orgullosos de no responder a directrices de partidos políticos y de reclamar mejoras, independientemente del color político que gobierne. Reclamamos empleo de calidad, mejoras salariales, pensiones dignas, igualdad real entre mujeres y hombres, mejoras en las condiciones de jubilación, refuerzo de plantillas y servicios públicos de calidad que se encuentran en un momento crítico. Nunca, ni siquiera en otras épocas de crisis y recortes se había perdido tanto empleo en las administraciones públicas. Necesitamos una administración activa que se siente a negociar ya la subida salarial y la oferta de empleo público. Porque nos jugamos el futuro.
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