La tribuna
El mundo en dos jornadas
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El libro comienza con un paseo docente de unos estudiantes por el "Centro de Incubación y Condicionamiento de Londres-Central", donde reciben las explicaciones del Director del Centro de Incubación y Condicionamiento (D.I.C.), y donde reza la divisa del Estado Mundial "Comunidad, Identidad, Estabilidad".
Ha desaparecido la reproducción vivípara, y sólo pronunciar las palabras padres causa bochorno. La reproducción se realiza en incubadoras, donde se mezclan las cantidades adecuadas de gametos para obtener óvulos fecundados. Pero ya el tiempo de incubadora es diferente para los alfa, beta, gamma, delta y epsilon. Los tres últimos tipos son sometidos al procedimiento Bokanovsky, por el que cada óvulo fecundado se divide para originar 24 embriones, que dan lugar a individuos idénticos, uno de los mayores instrumentos de estabilidad social. A continuación, los bebés pasan a la sala de acondicionamiento, donde se repiten consignas. Se trata de que nadie se sienta desgraciado con su status. El epsilon ha sido condicionado para serlo, y no pretende ascender en la escala social.
En este mundo feliz se practica el sexo libre, desde pequeños y, para evitar accidentes, las mujeres se deben ceñir un cinturón de castidad. Han desaparecido el amor y la familia, factores de inestabilidad, y la religión, aunque esta, no del todo; en lugar de Nuestro Señor tenemos Nuestro Ford, con referencia tal vez a Freud. Hay ceremonias pseudo-religiosas para la élite. No existen dolores ni enfermedades, pero naturalmente sí la muerte. A todos los tipos se les suministra su ración de soma, que produce un estado de falsa felicidad. Los libros clásicos sólo existen en los cajones de administradores mundiales, pero se promociona una literatura propagandística.
Con frecuencia se hace referencia a una gran guerra que estuvo a punto de eliminar la raza humana y que condujo al Estado Mundial y a un Mundo Feliz.
A uno de los administradores mundiales, su Fordería Mustafá Meunier, le gustaría cambiar las cosas, pero la gran guerra le hace ser un defensor a ultranza del orden establecido.
En un Mundo Feliz también hay excepciones, como Bernard Marx, un alfa +, que no se siente feliz ni quiere tomar soma para serlo. Tal vez se pasaron con su dosis de oxígeno. Consigue un permiso para ir a la reserva de Nuevo México, donde persisten, rodeados de alambradas electrificadas, seres que no han sido absorbidos por el sistema, y lo hace acompañado de Lenina, una bella y "neumática" beta+, a quien el viaje le parece excitante. Allí encuentra una madre vivípara, Linda, y su hijo, John, que se descubre que es hijo del D.I.C. de Londres, que viajó con Linda a la reserva, y con quien Bernard Marx quiere ajustar cuentas. Se trata de un fallo imperdonable. Bernard Marx consigue el permiso para sacarlos de la reserva. John el Salvaje, que saluda al Nuevo Mundo con las palabras "Oh mundo feliz", está familiarizado con el honor, la virtud y el amor, porque encontró en la reserva un libro de Shakespeare, es el invitado de honor en todas las reuniones, pero finalmente no se adapta al Mundo Feliz, y acaba suicidándose. Lenina es violentamente rechazada, porque él querría que se comportara como una heroína de Shakespeare.
En 1932, época de auge del comunismo y del fascismo, Aldous Huxley intuyó las catástrofes que se avecinaban: el triunfo de estas dos ideologías, la Segunda Guerra Mundial, con millones de muertos, culminada con el genocidio nuclear, y debió de pensar que la humanidad caminaba hacia la autodestrucción. Sólo quedaban radicales de derecha y de izquierda. Tal vez por eso pensó que un mundo feliz era una posibilidad de supervivencia, pero con la total eliminación de la libertad.
Con la caída del muro de Berlín hemos vivido una etapa de esperanza. A continuación, hemos visto como 27 países han sido capaces de unirse en la Unión Europea. Recientemente han aparecido fuerzas centrífugas: Reino Unido, Cataluña.
Hoy no ha desaparecido ninguno de los peligros que nos acechaban, al haberse abandonado los acuerdos alcanzados. Crecen las turbulencias en numerosos países: Hong Kong, Chile, Bolivia, Perú, Francia, Cataluña, numerosos países de África. En Francia, huelga general contra un intento de aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años, cuando en España la edad de jubilación será de 67 años en 2027. El aumento de la edad de fallecimiento, fácilmente solucionable con el aumento de la edad de jubilación, se empieza a ver como un problema. Se planean leyes de ambigua aplicación, como la de Muerte Digna. Los distintos colectivos hacen peticiones imposibles, como está sucediendo con las pensiones. Hay colectivos feministas que piden prohibir la reproducción vivípara y pasar sólo a la asistida. ¿Nos estamos acercando a un mundo feliz?
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