La primera victoria contra el césped de plástico en Granada
Existen numerosos estudios que evidencian el riesgo de una práctica cada vez más común en las ciudades, la extensión del césped artificial
La existencia de enormes cantidades de plásticos y sus residuos es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la humanidad. Pero luchar contra el plástico no es una tarea fácil. Detrás del plástico están las poderosas empresas petroleras que lo ven como el sustituto ideal de su negocio cuando la quema de combustibles fósiles decaiga en los próximos años. Hay en juego miles de millones de euros, por eso su producción se ha incrementado exponencialmente en los últimos años y hoy nuestra vida no se entiende sin el plástico.
Hace algunos años se abrió un nuevo campo de negocio para las grandes empresas productoras del plástico: tapizar el suelo de nuestras terrazas, jardines y calles con estructuras plásticas de color verde que eufemísticamente llamamos césped artificial. Y a pesar de los continuos llamamientos de los científicos alertando de su peligrosidad para la salud humana y ambiental, las tiendas lo venden, la gente lo compra y las administraciones públicas lo usan alegremente para tapizar las calles y sustituir las plantas vivas de nuestro entorno. Al fin y al cabo, es verde y no hay aún una ley que lo prohíba en España.
Por eso, porque a pesar de su peligrosidad su uso no está regulado, en septiembre de 2024, el Catedrático de la UGR, Dr. Nicolás Olea, junto a más de cien investigadores y médicos llevó al Congreso de los Diputados y al Ministerio de Salud una Declaración llamada Futuro sin tóxicos que reclama medidas urgentes ante la presencia de contaminantes ambientales, muchos de ellos derivados del petróleo, que están dañando nuestra salud. Son productos cotidianos que están en el mercado, con una toxicidad que, de forma lenta, pero persistente, nos envenena. Son los pesticidas usados en la agricultura, los contaminantes atmosféricos procedentes del tráfico rodado y de la industria, los productos plásticos presentes en nuestro hogar y también en las calles, etc.
Casi al mismo tiempo, en Barcelona, en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica, se puso de manifiesto cómo la aparición de cánceres a edades cada vez más tempranas está relacionado con el estilo de vida (comida procesada, sedentarismo, alcohol, tabaco) pero también con el ambiente en el que nos desarrollamos desde que estamos en el útero materno. Y el ambiente en el que se desarrollaron las personas nacidas en los años 50 o 60 del siglo XX es muy diferente al ambiente de las personas nacidas a partir de los años 80 o 90 de ese siglo, cuando miles de nuevas sustancias químicas están presentes en el agua y los alimentos que tomamos, en el aire que respiramos, en los materiales que forman nuestro hogar o los que cubren nuestras calles.
¿Cómo es el ambiente en el que se desarrollan los granadinos desde hace unas décadas? Sin duda, no es saludable. Granada es la tercera ciudad con el aire más contaminado de España. Según un informe de la Junta de Andalucía, los días de buena calidad del aire durante el año 2022 fueron cero. Granada es también la ciudad europea con una mayor superficie ocupada por césped plástico que tapiza rotondas, calles, medianas y parterres.
En un informe realizado en junio de 2024 para el dosier sobre el césped plástico, el Dr. Nicolás Olea explica que “el césped plástico está constituido por polímeros como el polietileno, polipropileno y poliuretano a los que se añaden aditivos para mejorar sus propiedades. Más de 10.000 productos químicos se utilizan en la fabricación de los plásticos, de los cuales cerca de 2.400 están identificados como sustancias preocupantes, ya sea por su toxicidad, su persistencia medioambiental o su difícil degradación”.
Los plásticos se degradan en microplásticos y nanoplásticos que han llegado a todos los ecosistemas y, por tanto, a todos los seres vivos de nuestro planeta, incluidos los seres humanos. Y estas diminutas partículas plásticas no son inertes, sino que se introducen en nuestros tejidos (se han encontrado en sangre, leche materna, orina, hígado, testículos, tejido pulmonar, placenta humana, etc.) donde provocan serios daños. Desde hace más de 30 años, continua el Dr. Olea, sabemos que algunos componentes de los plásticos pueden actuar como cancerígenos, neurotóxicos y disruptores hormonales que están relacionados con la infertilidad masculina, diabetes, obesidad, hipotiroidismo, cáncer de mama y próstata, enfermedades neurodegenerativas, alteraciones del comportamiento y aprendizaje, especialmente en niños, etc.
Haciéndose eco de este informe y de otros elaborados por profesores de la UGR y la que subscribe este artículo, Inmaculada Nieto Castro, diputada del grupo parlamentario Por Andalucía presentó ante el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía una pregunta sobre los efectos adversos del césped artificial en Granada. En concreto, preguntaba “si existían informes técnicos que respaldaran el que la Junta de Andalucía siga apostando por la instalación de césped artificial en las calles de Granada conociendo sus efectos nocivos para la salud”.
La contestación dada en octubre de 2024 por el Consejo de Gobierno, fue inexacta y muy decepcionante. Argumenta la Junta de Andalucía que sigue instalando césped plástico en Granada porque la ley lo permite. Pero la cuestión es ¿por qué poner una cubierta plástica en el suelo que es altamente contaminante para el medio ambiente y las personas, que eleva la temperatura y contribuye a la isla de calor y al cambio climático cuando se puede utilizar una cubierta mineral como los adoquines? ¿Por qué poner césped plástico en rotondas, parterres y medianas cuando lo que debe haber son plantas vivas de bajas necesidades hídricas que mejoren las condiciones ambientales de la ciudad y su Área metropolitana (AM)?
Sigue diciendo la Junta que “el césped artificial instalado en toda la longitud del trazado del metro de Granada está en buen estado de conservación y que su sustitución antes del final de su vida útil sería totalmente insostenible técnica, medioambiental y económicamente, así como desde la propia operación del metro”.
Parece que la Junta de Andalucía desconoce que el césped plástico se degrada y hay que sustituirlo cada diez o doce años. El césped plástico instalado en el trazado del metro granadino en 2014 se ha ido degradando y su vida útil está a punto de finalizar. El coste técnico y económico de su sustitución será el mismo se haga unos años antes o después, pero el coste para la salud pública y ambiental será mucho mayor cuanto más tiempo el césped plástico esté en las calles y siga degradándose.
Añade la respuesta de la Junta que los informes técnicos contrarios a esta solución para el acabado de la plataforma del metro en superficie son muy posteriores a la terminación de la línea 1, lo que no es cierto. En 2013, un informe firmado por el Dr. Manuel Casares, Catedrático de Botánica de la UGR, exponía: “No parece adecuada la gran extensión de este césped artificial que contempla el proyecto, utilizándolo en unos casos como sustituto de la vegetación natural (todas las rotondas y numerosos parterres del tramo que podrían acoger planta viva). O utilizándolo como opción de pavimento en zonas dentro y fuera del gálibo libre de obstáculos” Y desaconsejaba su utilización, entre otras razones, porque “las superficies de césped artificial funcionan como acumuladores del polvo urbano, presentan problemas de limpieza, se comportan como emisores de calor alcanzando elevadas temperaturas superiores al asfalto u hormigón. Cuando se usan como sustitutos de la vegetación urbana las superficies cubiertas de césped artificial carecen del efecto sumidero de CO2 y no emiten oxígeno” Ni refrescan el ambiente, ni favorecen la biodiversidad, ni absorben el ruido, ni mejoran nuestra salud física y mental, podemos añadir.
En julio de 2024 fue entregado un dosier con varios informes sobre los impactos del césped plástico en el medio ambiente y la salud humana al delegado de Fomento de Granada, al jefe de obra pública de la provincia y al diputado de Medio Ambiente de la Diputación. Estos informes basados en las evidencias científicas que desde hace más de 30 años demuestran la peligrosidad del césped plástico no han servido para que Fomento elimine del proyecto de la línea 2 del metro el césped artificial que tapizará gran parte de su plataforma.
Sin embargo, en septiembre de 2024 la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) abrió el periodo de información pública del trazado de la línea 2 del metro que transcurre por la zona de policía del río Dílar. Las asociaciones Árboles contra el cambio climático en Granada, Somos Río Dílar y ACPES presentaron alegaciones contra la presencia de césped plástico en la plataforma del metro en este trayecto. En ellas se argumenta que la presencia de césped plástico en las proximidades del cauce del río Dílar es peligroso para la salud ambiental del río, su entorno y la salud de las personas, todo ello respaldado por el dosier sobre el césped plástico al que se aludía antes.
Pues bien, la CHG aceptó las alegaciones y en el trayecto que discurre por la zona de policía del río Dílar no irá césped plástico en la plataforma del metro sino un pavimento mineral. Es la primera vez que una Administración Pública reconoce que este material es peligroso para la salud de las personas y del medio ambiente, lo que supone una victoria para todos aquellos que llevamos años alertando de su peligrosidad y un hito que marca un antes y un después en la lucha contra el césped plástico.
Esperamos que las delegaciones de Fomento y Medio Ambiente de Granada y la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía reconsideren su postura e impidan que el césped plástico tapice el resto del trayecto de la línea 2 y que, lo antes posible, sean retiradas los cientos de toneladas de plástico que tapizan el trayecto del metro de la línea 1, colocando en su lugar una cubierta mineral. También esperamos que se elimine el césped plástico de los parterres, medianas y rotondas de Granada y su AM y que estos espacios recuperen las plantas vivas que nunca debieron perder.
Deseamos que la Diputación de Granada proporcione a alcaldes y técnicos municipales información veraz sobre el impacto negativo del césped plástico para la salud de las personas y del medio ambiente y no siga incentivando el uso de este material en la provincia.
Es inadmisible que sean las administraciones autonómicas, provinciales y locales las que, en lugar de velar por la salud de los ciudadanos, los pongan en peligro instalando césped artificial por doquier, haciendo caso omiso a la Ciencia que lleva años advirtiendo de su peligrosidad y reclamando una legislación que regule el uso de estos materiales tóxicos que nos envenenan lentamente, contaminan el medioambiente y contribuyen al cambio climático.
En el canal de la UGR está colgado un documental realizado en 2023 por miembros de la Asociación Árboles contra el Cambio climático y profesores de la UGR. En la página web de esta asociación está colgado un manifiesto contra el césped plástico que se puede firmar online y el dosier sobre el plástico entregado a las administraciones.
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