La Alcazaba que fue necrópolis
Las excavaciones arqueológicas demuestran que fue lugar de enterramiento para los musulmanes en la cruenta batalla que acabó con la toma de la plaza por los cristianos
La Alcazaba de Loja fue cementerio de los soldados muertos en la toma cristiana. Lo prueba una necrópolis descubierta por los arqueólogos que demuestra que sigue el canon funerario musulmán: enterramientos de lado, sobre fosa o directamente sobre el terreno, mirando a la Meca y envueltos sin ajuar alguno en un sudario. Lo más interesante es que no se trata de una necrópolis habitual, dado que los enterramientos se hacían fuera de la ciudad y, además, los huesos hallados presentan evidentes signos de violencia.
Este hallazgo, unido al de decenas de bolaños sobre el suelo del patio de armas, hacen más que evidente que aquello fue un cruento campo de batalla. "En el periodo de conquista, Loja es la puerta de Granada, el esfuerzo militar por su conquista es palpable en lo que estamos hallando. Hubo una resistencia encarnizada y un empeño notable por destruir y conquistar la fortificación". Lo dice el responsable de la intervención, Javier Álvarez. Dirige el proyecto más ambicioso de toda la provincia en un monumento defensivo, como él mismo reconoce, y en el que más fondos se han invertido para su completa restauración. "Existen castillos muy transformados, como el de Salobreña, pero donde no hay capacidad de investigación y en los que se ha anulado cualquier vestigio arqueológico, pero en Loja podemos recuperar toda la secuencia histórica de ocupación, desde la prehistoria hasta casi la Guerra Civil", señala.
Además, la excavación de casi la totalidad de la Alcazaba no tiene parangón, más si se suman las "sorpresas" con las que se han encontrado, además de los cuerpos: suelos, compartimentos, restos cerámicos, bolaños... "Todo ello aporta interesantes datos a lo acontecido aquí durante la conquista cristiana", asegura.
De hecho, los investigadores apuntan a que los enterramientos en la fortaleza se realizaron allí como emergencia tras un asedio de tropas cristianas. "Casi todos los cuerpos que hemos desenterrado tienen serios traumatismos, lo que nos hace pensar que podría tratarse de soldados que murieron en algunos de los asaltos cristianos o en la toma definitiva y que, por la urgencia del momento les dieron sepultura en el mismo campo de batalla, que en este caso era la Alcazaba", asegura la antropóloga y arqueóloga Ángela Pérez.
La Medina Lauxa árabe fue asediada en varias ocasiones antes de la toma de Loja. El primer intento, fallido, fue en 1482, el segundo, que apenas fue un conato, en 1484 y el definitivo, en 1486. Lo acontecido en la Alcazaba de Loja pudo ser "el inicio del final del mundo árabe en la península ibérica", según apunta el alcalde, Miguel Castellano. "De ahí, señala, la relevancia de esta intervención y su investigación, que puede determinar una de las etapas más interesantes de la historia no ya de Loja, sino de Granada y Andalucía". De hecho, dicen los propios investigadores que conquistar Loja fue la antesala de la Toma de Granada como uno de los baluartes defensivos de la frontera nazarí, "y no por casualidad en 1486 se hizo prisionero en Loja a Boabdil, que encabezaba la defensa de la ciudad como rey de Granada, porque sabía que conquistar Loja suponía el final del reino", recuerda Castellano.
El alcalde, arqueólogo, reconoce la "envidia" que le da comprobar los resultados tan espectaculares. Es consciente de no sólo la información que aporta a la historia y a la ciencia, sino del indudable atractivo turístico que supone. "Como bien cultural, la alcazaba es una propiedad pública que deben disfrutar todos, podemos decir que es el salón cultural de los lojeños, donde está nuestra historia", recalcó.
La Alcazaba, prácticamente en ruinas antes de su adquisición pública en 1998, y el barrio que le da nombre, que ha cambiado totalmente su fisonomía para convertirse en uno de los lugares más turísticos de la ciudad, es una clara muestra de la fuerte apuesta municipal por la cultura y la historia como recurso turístico. Pero la recuperación de este monumento y su entorno todavía tiene años de trabajo. Un nuevo programa de rehabilitación de espacios públicos, con la colaboración de la consejería de Obras Públicas, permitirá adquirir nuevos terrenos en el barrio para convertir este lugar en "un gran parque cultural que tenga la Alcazaba como epicentro pero que lo conforme todo el barrio", según explica Castellano. Lo más interesante es la implicación de los vecinos, que han tenido iniciativas interesantes como la exposición pública de restos que aparecen en casas particulares.
La rehabilitación de la Torre del Homenaje de Loja, por su parte, cuenta con fondos de la Consejería de Turismo y Ayuntamiento dentro del Plan de Ciudades Medias. En su cúpula se pueden apreciar los paños de sepca, decoración típica de los almohades, procedentes del norte de Africa, de una pureza religiosa mayor que la que aquí había y que importa su propia decoración. La Torre, que tiene un nuevo volumen con dos plantas, servirá de nuevo espacio museístico cuando finalice su restauración.
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