Alhama de Granada al ritmo que marca el agua

La naturaleza ha sido amable y la ha convertido en un lugar acogedor y bello, un rincón ideal para perderse, para relajarse y para descansar, pero al mismo tiempo también para vivir. Alhama de Granada se encuentra a menos de sesenta kilómetros de la capital e incluso los que menos la conozcan saben de la existencia de sus aguas termales, que hace ya tiempo adoptaron forma de balneario para convertirse en uno de los principales atractivos del municipio.

La localidad, de más de 6.000 habitantes, está situada en la Sierra de Tejeda y es muy conocida por sus tajos que ofrecen unas vistas espectaculares y un paisaje extraordinario, tanto a los que deciden ir de visita, como a aquellos acostumbrados a pasear por sus calles y disfrutar de sus placeres.

A pesar de que el municipio quedó parcialmente destruido por los fuertes terremotos que se registraron en la provincia en 1884, fue reconstruido y goza de un considerable patrimonio histórico y cultural, con numerosas iglesias y casas señoriales, que suponen un atractivo añadido a la naturaleza que rodea el lugar.

La agricultura ha sido para esta localidad, fronteriza con la provincia de Málaga, su principal motor económico. El olivar forma parte de los cultivos más destacados del municipio, pero también hay que señalar las legumbre y cereales como parte de su desarrollo. La cooperativa Los Tajos, nacida en 1979, trata desde sus inicios de aunar las fuerzas de los agricultores de la zona en la producción de sus cultivos.

Junto al campo, el turismo comienza a erigirse como otro de los pilares del desarrollo de la localidad, que cuenta con más de cuatrocientas plazas de hospedaje, además de numerosos restaurantes donde degustar la comida tradicional de la zona. Aprovechar los recursos naturales y el atractivo del balneario es uno de los objetivos tanto del Ayuntamiento como de los habitantes de este municipio que han visto en este sector un hueco ideal para crecer y diversificar su economía. No obstante Alhama cuenta además con un tejido empresarial cada vez más importante y muestra de ello es el polígono industrial que hay en su término municipal, donde entre otras empresas, se encuentra una de las pocas que continúa confeccionando trajes de flamenca de modo artesanal, lo que es también un punto de atracción para muchas personas tanto de la capital como de otras localidades cercanas que optan por este municipio para adquirir su vestido.

Lograr que la economía avance de la mano del respeto a las costumbres y tradiciones de la localidad es un reto y una meta. Los habitantes se mantienen más o menos estables, y son muchos los que optan por quedarse en su pueblo y desarrollar allí sus iniciativas. Junto a ello la inmigración también tiene su espacio en las calles de Alhama, especialmente en los últimos años.

Los alhameños se muestran orgullosos de su localidad y especialmente de como han conseguido avanzar a lo largo de los años. En la actualidad pueden optar a cualquier servicio sin necesidad de salir de su pueblo, y aunque el ruido ha aumentado y el movimiento es mayor, se sigue manteniendo la esencia, que hace que no tengan dudas de que no cambiarían su pueblo por ningún otro lugar.