Coag denuncia que las cadenas "engañan" con la venta de patatas

motril/La campaña de recolección de patata ha comenzado en Granada, así como en toda Andalucía y Murcia, por lo que al ser de temporada el producto llega a la mesa con la máxima calidad y frescura, sin embargo, no todo lo que encuentran los consumidores en los supermercados es lo que parece.

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos denuncia que las cadenas de distribución alimentaria ofrecen gato por liebre, es decir, patata francesa vieja lavada con apariencia de nueva, lo que supone "un engaño al consumidor, además de una práctica comercial ilegítima que provoca el derrumbe de los precios de la patata española". La principal diferencia entre una y otra es que el producto francés presenta un alto contenido en azúcares y pésimo comportamiento para frito",

En la pasada campaña se cultivaron en Granada 1.243 hectáreas con una producción que superó las 30.000 toneladas. Para este año, las perspectivas en cuanto a volumen y calidad son buenas, pero la evolución de la temporada se verá muy condicionada por la dinámica de los mercados, que determinarán los precios y las salidas del producto.

Este año se ha retrasado la campaña de recolección de la temprana debido a las heladas que se registraron en el mes de febrero. Sin embargo, la cosecha ya está en marcha y en España hay una cantidad suficiente de patata fresca, recién recolectada. "Sin embargo, las grandes superficies siguen aprovisionándose de patata francesa, a precios muy bajos (0,04-0,05 el kilo). Se trata de patatas recolectadas entre octubre y noviembre del año pasado, que se presentan lavadas y embolsadas, con apariencia de producto nuevo", alertó Coag.

Estas estrategias comerciales provocan dificultades para colocar producto andaluz, que además sufre un drástico recorte de su precio, situación que viene repitiéndose desde hace varios años, y que causa un gran perjuicio a los agricultores. En poco más de diez años, el sector andaluz ha perdido casi un 50% de la superficie de cultivo y un 35% de la producción de patata extra y temprana, lo que ha provocado una pérdida de unos 400.000 jornales en campo.