Geoparque de Granada, el paisaje es solo el principio

Contenido ofrecido por la Diputación de Granada

Desiertos impresionantes, yacimientos prehistóricos y restos de antiguas civilizaciones te esperan en el norte de la provincia, un tesoro geológico avalado por la Unesco

Desierto de Los Coloraos en el Geoparque de Granada, uno de los grandes tesoros.
Desierto de Los Coloraos en el Geoparque de Granada, uno de los grandes tesoros. / Granada Hoy
R.G.

26 de febrero 2024 - 08:00

Granada/La zona Norte de la provincia de Granada posee uno de los paisajes más singulares de la Península Ibérica: una sucesión semidesértica de decenas de miles de cárcavas, ‘badlands’, gargantas, cañones fluviales y crestas arcillosas rodeados de sierras y las cumbres blancas de Sierra Nevada. El trabajo callado del tiempo y la erosión ha esculpido la tierra con mil formas caprichosas generando un lugar espectacular en el que existen múltiples opciones para disfrutar de una escapada.

El Geoparque de Granada, aunque fue incluido en 2020 por la Unesco en su Red Mundial de Geoparques, lleva mucho tiempo ahí. Cinco millones de años de evolución abren numerosas puertas en las que saciar la curiosidad humana con más de 70 lugares de interés geológico. Yacimientos paleontológicos desde los que realizar un extenso y divertido viaje al Cuaternario y la Prehistoria, visitando espacios como la Estación Paleontológica Valle del Río Fardes (Fonelas) en la que es posible conocer faunas extinguidas como mamuts, tigres de sable o hienas a través de restos fósiles; descubrir cómo vivían los primeros homínidos llegados a Europa en la Gran Senda de los primeros pobladores de Orce; visitar un poblado de la Edad del Bronce donde aparecieron los restos momificados más antiguos de la Península Ibérica (Castellón Alto), o aprender cómo enterraban los íberos a sus muertos y cómo eran sus monumentales cementerios, en la necrópolis de Tútugi (Galera).

Además de los museos arqueológicos de Baza y Galera, el etnográfico de Puebla de don Fadrique o el Ecomuseo de Castilléjar y los múltiples centros de interpretación, el Geoparque de Granada también cuenta con puntos de interés turístico destacables como La Alcazaba y la Catedral de Guadix; la Peña, el castillo medieval y el paseo de la cerrada en Castril, el conjunto histórico y los baños árabes de Baza, y el castillo de La Calahorra.

El Geoparque de Castril con el Río y cerrada con pasarela, una belleza natural en la provincia granadina.
El Geoparque de Castril con el Río y cerrada con pasarela, una belleza natural en la provincia granadina. / Granada Hoy

Aventureros y deportistas también tienen su espacio en este rincón de la provincia. Las rutas a pie, bicicleta o segway por una densa red de senderos, itinerarios 4x4, lanzarse al vacío desde la Estación de Vuelo Libre del Cerro del Jabalcón, practicar deportes náuticos o sofocar el calor estival en las playas del Embalse del Negratín son algunas de las alternativas.

Una de las opciones más atractivas para conocer esta zona es realizar un viaje en globo con la empresa Glovento Sur, con la posibilidad de conjugar infinidad de sensaciones, como la de ser parte del viento a la vez que se sobrevuela uno de los paisajes más bonitos del planeta. De hecho, el Geoparque de Granada reúne todos los requisitos para convertirse en una de las mecas mundiales de la aerostación, a la altura de la Capadocia, en Turquía.

Gorafe, con 240 dólmenes, ostenta la mayor concentración de este tipo de monumentos prehistóricos en España y es una de las más grandes de Europa. Además, existen paisajes icónicos que es imprescindible visitar, como el Mirador del Fin del Mundo, los miradores de Marchal y Purullena, y Los Coloraos, un bellísimo paraje del desierto de Gorafe que debe su nombre al color predominante en las formaciones geológicas de sus tierras arcillosas.

Por si fuera poco, esta localidad también es un destino excepcional para los amantes del astroturismo. De hecho, es el primer municipio andaluz y el cuarto español que obtiene la certificación de Parque Estelar, otorgada por la Fundación Startlight.

El Castillo de La Calahorra y Sierra Nevada.
El Castillo de La Calahorra y Sierra Nevada. / Granada Hoy

Relajarse también es una opción, debido a que las aguas termales emanan de las entrañas de la tierra en estaciones como el balneario de Cortes y Graena, Zújar y Alicún de las Torres, que son la perfecta definición de oasis. Si se llega desde Fonelas, se pasa de las dunas petrificadas del valle del río Fardes a un pinar que cubre una piscina natural que se nutre de las aguas que brotan del subsuelo. Allí, el agua dibuja un acueducto natural en la Acequia del Toril, una rareza de la que solo existen tres ejemplos en el mundo; pero es que además el visitante va a disfrutar de una naturaleza extraña, plagada de endemismos; de cauces, pozas y cascadas de aguas termales, y de una necrópolis de dólmenes con su propio menhir.

En materia gastronómica, sería imperdonable para los aficionados a la buena mesa no saborear una “lata” de cordero segureño, acompañada de un excelente vino de la tierra. Esta apreciada especie de cordero autóctono dispone de su propio Centro de Interpretación en Huéscar.

Casas cueva, donde la tierra te abraza

En la provincia de Granada existe un centenar de alojamientos turísticos en cueva, ideales para una romántica estancia en pareja o una escapada con toda la familia

Los hoteles en cueva del Geoparque de Granada son uno de los productos turísticos más atractivos y diferenciadores de la provincia. Actualmente existen, en esta zona, así como en otras regiones, más de noventa alojamientos turísticos subterráneos que suman más de 1.800 camas. Todos ellos tienen como denominador común el servicio de calidad y todas las comodidades que exige la vida moderna, el respeto al medio ambiente, y la recuperación y conservación de una de las tradiciones constructivas y arquitectónicas más peculiares de Europa.

Dormir en una cueva es una experiencia que sumerge al visitante de lleno en la tradición y en la que todavía hoy es la forma de vida de más de 5.000 familias granadinas. En más de treinta localidades de la zona norte –como Guadix, Baza, Galera, Huéscar y Purullena– existen barrios enteros formados por cuevas. Excavadas a pico y pala en las entrañas de la tierra, estas casas constituyen un perfecto ejemplo de la integración del hombre con la naturaleza y el paisaje. Su origen en la zona se remonta al siglo XV, cuando los habitantes moriscos las construyeron masivamente en los arrabales al verse relegados de las medinas después de la conquista cristiana.

Aquella necesidad se ha transformado hoy en una virtud. Los hoteles en cueva son un alojamiento exclusivo en el que no hay dos habitaciones iguales. Cada una de las cuevas es diferente a las demás y en ellas se puede observar cómo la arquitectura popular se adapta a las características del medio físico donde se encuentran. Las tierras arcillosas, duras y secas, ofrecen poca resistencia a ser excavadas y resultan seguras, compactas e impermeables, dando como resultado estancias frescas en verano y cálidas en invierno. De hecho, una de las principales peculiaridades de los hoteles cueva es que no necesitan calefacción ni aire acondicionado porque la temperatura permanece estable en su interior durante todo el año, en torno a 20 grados.

Esto no impide que la gran mayoría estén dotadas de calefacción y chimeneas alimentadas con leña, que generan un ambiente acogedor en los días más fríos. A la agradable temperatura constante, sus anchos muros suman las sensaciones de silencio, penumbra y aislamiento, ingredientes fundamentales que garantizan al huésped poder desconectar del estrés diario y dormir a pierna suelta.

Cada alojamiento en cueva suele estar concebido como un pequeño apartamento. Vistos desde fuera, sus señas de identidad son su fachada, normalmente encalada y con un pequeño tejadillo, y la chimenea. En su interior destaca la caprichosa forma de las estancias, con techos abovedados, arcos, paredes redondeadas y sinuosos pasillos.

Aparte de alojamiento, los hoteles en cueva de la provincia de Granada suelen prestar a sus clientes multitud de servicios para su estancia y actividades complementarias de turismo rural y activo. Muchos disponen de restaurante, baños árabes, zonas de juegos para niños y salas de reuniones para eventos, todo ello también en cuevas.

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