El Hotel Arrayanes Playa abre sus puertas pese al inicio de la temporada baja

En una época en que muchos hoteles de la Costa cierran sus puertas hasta la llegada del buen tiempo, parece extraño que un establecimiento se ponga en marcha de cara a la temporada baja. Pero esa es la apuesta de una familia empresaria de Almuñécar, que está dispuesta a desafiar a la crisis y a la baja ocupación intentando explotar los recursos que ofrece la localidad en los meses invernales.

El Hotel Arrayanes Playa, de tres estrellas superior, se relanza al mercado turístico el próximo sábado, día elegido para su inauguración oficial, con el paisaje de la bahía de San Cristóbal como telón de fondo y con la cocina internacional como uno de sus principales reclamos. El establecimiento, con 72 plazas hoteleras, cuenta con una terraza situada en pleno paseo marítimo de Cotobro, así como un patio interior para la realización de barbacoas. Rosario Barbero es la principal responsable de esta iniciativa, tras hacerse cargo de la concesión de este hotel que ya había reabierto sus puertas en 2007 después de permanecer muchos años cerrado al público. También propietaria del chiringuito La Barraca de la playa de Cantarriján, Barbero pretende trasladar al casco urbano de Almuñécar los eventos y animación que ya viene organizando en el local, con cenas espectáculo que incluyen la actuación de grupos musicales y de baile.

El hotel ocupa el bajo y la primera planta del edificio Epsilon, situado en primera línea de mar, y sus propietarios esperan alcanzar un buen nivel de ocupación en los próximos meses, con el puente de la Inmaculada y las fiestas navideñas como puntos más altos. "Como vamos a ofrecer cenas de Navidad y de empresa, así como cotillón de Nochevieja, les damos la posibilidad a los clientes de que se alojen en nuestras habitaciones para no tener que utilizar el coche", señaló Barbero. Si bien reconoce que la apertura de un hotel en temporada baja es una apuesta arriesgada, aseguró que tienen "buenas expectativas" respecto a su buen funcionamiento.

El próximo sábado será cuando abra sus puertas el Hotel Arrayanes Playa bajo la batuta de sus nuevos propietarios, que no temen nadar contra la corriente, mientras otros grandes hoteles cierran sus puertas hasta la llegada del calor y el buen tiempo.