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Granada/La Junta de Andalucía se encuentra realizando obras de reparación en la carretera de acceso a Capileira a consecuencia de los daños ocasionados en marzo por la borrasca Nelson, y los cuales vana a suponer para las arcas públicas una inversión de 1,7 millones de euros para evitar que el más alto de los pueblos del barranco del Poqueira, en la Alpujarra granadina, quede completamente aislado.
Así lo ha informado este jueves en comisión parlamentaria la consejera de Fomento, la granadina Rocío Díaz, quien ha destacado la rapidez en la intervención para evitar males mayores. La borrasca Nelson ocasionó graves desperfectos en la provincia al descarga más de 250 litros por metro cuadrado, los cuales afectaron de forma significativa la carretera A-4129, justo a la entrada de la población de Capileira.
En concreto, la borrasca Nelson afectó a la ladera izquierda del valle del Poqueira, que causó unas deformaciones de tal magnitud que, según ha relatado la consejera, "la calzada se fracturó por multitud de sitios, haciendo casi inviable el paso de vehículos pesados y muy complicado el de vehículos ligeros". De hecho, provocó la rotura de las capas del firme y grietas de consideración, con escalones muy pronunciados, de hasta 35 centímetros.
La consejera ha manifestado que, en primer término, se adoptaron medidas preventivas para, por un lado, habilitar un paso de vehículos y no dejar aislada la población y, por otro, extender una capa de zahorra artificial en las zonas más irregulares y con mayores escalones para suavizar. Posteriormente, se cortó el paso por el carril izquierdo para que el tráfico pesado no transcurriese por la zona más comprometida.
Tras esas medidas preventivas, desde mediados de abril se están ejecutando unas actuaciones que se encuentran al 20% de ejecución tras completar la fase previa de investigación geológica e iniciar el refuerzo del terreno.
Con un presupuesto de 1.757.747 euros y un plazo de tres meses, se va a estabilizar la zona de la ladera afectada. Para ello, se creará una pantalla de micropilotes de hormigón armado, se realizarán muros anclados de sostenimiento y se repondrá la obra de drenaje transversal afectada. Una vez estabilizado el talud de la ladera, se demolerá el firme actual y se repondrá la rasante de la calzada.
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