La Peza plantea organizar un festival "alternativo" para repetir el éxito de su rave

5.000 personas se dieron cita a principios de año en La Peza, un municipio granadino hasta ese momento desconocido, para celebrar una rave, que terminó abriendo informativos y llenando páginas de periódicos, una campaña turística sin parangón que ahora el municipio busca repetir con la celebración de un festival "alternativo". El Ayuntamiento ya tiene sobre la mesa esta propuesta, que plantea utilizar los mismos terrenos que ocuparon los asistentes a la fiesta ilegal, que terminaron por ganarse el cariño del pueblo.

El alcalde, Fernández Álvarez, ha informado este martes a Efe de que el Consistorio está estudiando la viabilidad de este festival, que contaría con una organización "novedosa". "Ahora mismo tenemos un borrador, cuando se presente el proyecto real y la documentación pertinente, se estudiará para ver qué posibilidades tiene", ha indicado el regidor, partidario de tomar "con calma, tranquilidad y prudencia" este tipo de actividades, para que su posible celebración pueda ser beneficiosa para el municipio y que cumpla todos los requerimientos legales y de organización.

De momento, Álvarez no ha querido ofrecer más detalles de esta propuesta, sobre su procedencia o cuándo podría celebrarse el nuevo festival, y ha emplazado a contar con todos los detalles de la misma para poder concretarla.

Asentado en la falda del Monte Rosado, La Peza fue un antiguo castro romano y plantó cara a las tropas napoleónicas, siglos de historia al arrullo de un entorno privilegiado y casi sin explotar que puede -y quizá debe- convertirse en fuente de vida.

Aquellos seis días de rave pasaron con un balance sereno y sin incidentes graves gracias a unos participantes que guardaron la compostura, una respuesta calmada a la ocupación ilegal del terreno y un férreo control policial, un operativo que formalizó 347 denuncias y sumó cuatro detenidos.

"Y ahora está todo perfecto, recogido y sin basura, como si no hubiera pasado nada", explicó en su momento el alcalde, que quiere seguir echando palitos al fuego promocional que supuso la rave para que su pueblo brille más que nunca.