Píñar presume de pasado cavernícola para captar a los turistas de Granada
Turismo
La localidad celebra durante este fin de semana su "Fiesta de la Prehistoria" y promociona uno de sus principales atractivos turísticos, la Cueva de las Ventanas
Píñar se queda sin sus trogloditas a causa de la pandemia
Granada/ Píñar, un municipio de Granada con poco más de 1.100 vecinos, ha regresado como cada primer viernes de agosto a los recovecos trogloditas para celebrar la "Fiesta de la Prehistoria", un recurso del pasado para cazar futuro.
Este municipio vuelve la vista atrás con una nueva edición de su fiesta troglodita, una oportunidad para regresar a la prehistoria y promocionar en "taparrabos" uno de sus principales atractivos turísticos, la Cueva de las Ventanas, que sirvió de hogar a sus vecinos de hace 30.000 años.
Y como volverse prehistórico en un mundo de aplicaciones móviles y tecnología no es fácil, vecinos y visitantes vestidos al más puro estilo Picapiedras aprenden a fabricar flechas con las que sobrevivir al ataque de cualquier fiera, a hacer fuego frotando dos palitos o a cambiar los selfis por una pintadita mural.
En recuerdo a los primeros habitantes de su Cueva de las Ventanas, los vecinos han construido azagayas, han conocido el significado de los maquillajes tribales y han elaborado ungüentos para evitar las picaduras de insectos.
El tentempié troglodita cumple las estrictas normas de aquella época y se resume en una barbacoa para evitar anacronismos, una propuesta previa a la siesta con la que huir de las horas de más calor antes de seguir la fiesta.
Mucho más anacrónica ha sido la protesta protagonizada por parte de los trabajadores afectados por un proceso de regulación de empleo, la mayoría vinculados a la Cueva de las Ventanas, que vestidos muy del siglo XXI y con altavoces han exigido la vuelta a sus puestos de trabajo.
El alcalde de Píñar, Eloy García, ha explicado a EFE que las fiestas se mantienen como un reclamo turístico que contenta también a los vecinos y que se convierte en un altavoz para mantener el turismo.
Un pasacalles dará paso a un enfrentamiento a la "guerra de clanes", una especie de olimpiadas prehistóricas en las que los vecinos compiten para demostrar la destreza en el tiro con arco, habilidades de caza con flechas y otras 'ligas futboleras' de la época neandhertal.
Píñar presume con esta fiesta de su Cueva de las Ventanas, un recurso neandhertal que reciben más de 30.000 visitas al año con el que el municipio quiere apresar a más turistas.
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