Purullena:los secretos del interior de la montaña

La granada del siglo XXI

Las viviendas cueva son uno de los principales atractivos de esta localidad de más de 2.300 habitantes

La imagen de la virgen se encuentra en uno de los puntos más altos del pueblo.
La imagen de la virgen se encuentra en uno de los puntos más altos del pueblo.

Cuevas, cerámica y melocotones son los tres nombres propios que mejor definen a Purullena, un municipio situado a apenas cincuenta kilómetros de la capital y que se anuncia desde la carretera como pueblo troglodita. Purullena, localidad eminentemente agrícola y artesanal y con una población que supera los 2.300 habitantes, es uno de esos rincones que sorprende, especialmente si se observa desde algún punto elevado, desde el que se puede diferenciar a la perfección el contraste entre las calles de edificios de ladrillo similares a los de cualquier lugar y las viviendas cueva que los rodean y que son sin duda su principal atractivo.

"¿Lo mejor del pueblo?, lo habéis visto nada más entrar, sus cuevas", afirma Pedro Ortega Fernández, que llegó al pueblo hace tres décadas desde Barcelona, y regenta un puesto de alimentación en distintos mercadillos de la zona. De Purullena asegura que le gusta su situación y su gente. Pedro Ortega recuerda la importancia que tuvo hace algunos años la venta de cerámica artesanal, con puestos que aparecían a derecha e izquierda de una carretera de paso obligado.

En la actualidad la imagen ha cambiado, la mayoría de las persianas de los bajos de las casas en las que vendían estas piezas permanecen bajadas y sólo unos pocos sobreviven aún con la venta de esta artesanía, que cuenta incluso con un centro de interpretación en el pueblo.

Las cuevas continúan, no obstante, atrayendo a numerosos visitantes, sorprendidos por la forma de los montículos en los que aparecen estas viviendas que dan a Purullena una imagen inconfundible, acorde con la comarca de Guadix en la que se encuentra situado el pueblo.

Francisco Requena y su familia conocen bien el significado de este tipo de casas, ellos son los dueños de la Cueva Museo del municipio, que permite a los viajeros descubrir cómo se vive en el interior de una montaña. Desde 1999 Paco y su familia dejan a todos los que se acercan hasta allí adentrarse en la vida de una cueva.

La primera parada de los visitantes es la vivienda actual de la familia, en la que muestran la estructura de este tipo de alojamiento. De ahí se pasa a través de una escalera a otra casa-cueva, en este caso recrea con todo lujo de detalles la vida de principios del siglo XX y por último, ya por el exterior se llega al museo etnográfico, también en el interior de la montaña, que ofrece además unas vistas inmejorables de la localidad. Una visita por el pasado y el presente de una vivienda que es el símbolo del pueblo y en la que Paco, apunta, "se vive con las mismas comodidades de cualquier casa", aunque destaca también que a la hora de construir y habitar una cueva "hay que conocer algunos detalles para evitar cualquier tipo de complicación".

El municipio cuenta además con uno de los yacimientos más destacados de la provincia, que se encuentra situado en el paraje de la Cuesta del Negro, donde fueron encontrados diversos restos arqueológicos que ahora se exponen en el Museo Arqueológico de la capital.

Los melocotoneros, que aunque han perdido auge siguen cultivándose en la localidad, la construcción, así como distintas empresas del pueblo son el motor económico de Purullena, aunque también son bastantes los purullenenses que se trasladan a lugares cercanos para trabajar.

La tranquilidad y la seguridad es lo que más valoran sus vecinos. Así lo aseguran Juan Jiménez y Juan Heredia, que trabajan en la mejora de la iglesia parroquial del pueblo. "Tenemos de todo, pero sobre todo tenemos calidad de vida, los niños pueden jugar en la calle sin ningún problema".

Y es que la buena convivencia, unida a los numerosos encantos que ofrece este pueblo que regala imágenes de gran belleza, son los principales atractivos que hacen que sea un punto de la comarca en el que merece la pena parar, pasear y observar.syu

stats