Radiografía de la Granada Vaciada

Granada/Un solitario coche se acerca a la estación de Huélago. Ventanas tapiadas, un árbol decrépito, un paisaje yermo, y las vías del tren han hecho que este lugar se haya convertido en un centro de atención para los aficionados a la fotografía. La vieja estación, que al menos puede decir que se mantiene en pie, ya no sirve para subir ni bajar viajeros. Su imagen, evocadora de otro pasado, no tan solitario, se ha convertido en uno de los iconos de la Granada que se ha vaciado con el paso de los años.

Huélago es la tercera población granadina que más habitantes ha perdido en los últimos 22 años, desde 1996 a 2008, últimos datos disponibles del padrón abiertos en el Instituto Nacional de Estadística. Ha pasado de 683 moradores a 388, una pérdida del 43,1%. No es la peor parada. En Murtas falta el 48,7% de sus habitantes en este mismo periodo y en Algarinejo, una de las capitales aceiteras de la provincia, todo es una caída: de 5.323 habitantes en 1996 a 2.591 en 2018 (caída del 51,3%); y uno de los cinco municipios más pobres de Andalucía según las últimas cifras ofrecidas por la Agencia Tributaria.

Los efectos de la despoblación se están colando, y se van a colar más si cabe, en la inminente campaña electoral del 10-N. Sólo en la última semana en Granada, Ciudadanos ha prometido incentivos para empresas en municipios con poca población, Unidas Podemos luchar contra este fenómeno, y la candidatura de Más País se centró en este tema durante su presentación.

El pasado día 18 la Diputación de Granada anunciaba tres proyectos para fomentar el empleo juvenil ante lo que el ente provincial llamó el "éxodo rural": ayudas a empresas para contratación, fomentar el autoempleo en los jóvenes y allanar su proceso, y cursos de formación para el emprendimiento.

Son algunas de las ideas donde destacan medidas de todas las administraciones centradas en mejorar las telecomunicaciones (internet sobre todo), infraestructuras, integración de la mujer en el mundo laboral, y permanencia de servicios públicos (sanidad y educación), además de financieros y bancarios.

La provincia cuenta con 116 municipios que han perdido población desde 1996, mientras que sólo 56 han ganado habitantes.

Prácticamente todas las comarcas tienen saldo negativo, siendo la más perjudicada la de Los Montes, con una pérdida del 23,59% de su padrón en los últimos 22 años. Casi todas las demarcaciones pierden vecinos, salvo la Costa Tropical y la Vega, que crecen un 9,46 y un 62,11% respectivamente. Son datos que reflejan la tendencia a la fuga de personas de la áreas rurales hacia las grandes urbes.

Ana Muñoz, diputada de Empleo y Desarrollo Sostenible de la Diputación, que hace unas semanas expuso en Bruselas estos planes frente a la despoblación, explica a esta redacción que "son bastantes los factores que inciden en la pérdida de población en zonas rurales", pero describe tres fundamentales: la falta de oportunidades, la pérdida de servicios básicos y las malas infraestructuras.

"En Granada estamos intentando mitigarlo. No estamos como en Castilla y León, donde se han cerrado pueblos enteros. Aquí queremos cambiar la tendencia y que la gente se mantenga en su territorio. Y eso no sólo compete a la Diputación, sino a todas las administraciones", indica la diputada. Según el ente provincial, 124 municipios de menos de 5.000 habitantes están en riesgo de seguir perdiendo población, y cinco más grandes cuentan con un saldo negativo (Iznalloz, Alhama de Granada, Dúrcal, Montefrío y Huéscar).

El círculo de la despoblación en Granada se dibuja como un cinturón en el que la Vega ejerce como agujero negro que absorbe todo lo que se le acerca. Municipios como Vegas del Genil han incrementado su padrón en casi un 300% en sólo veinte años. El patrón parece repetirse observando el mapa. Localidades que han ganado demográficamente junto a municipios en casi alerta roja. Órgiva y la Costa absorben buena parte de la población de la Alpujarra; mientras que Alhama recoge parte de la población que se pierde en los municipios circundantes a Los Bermejales. Loja atrae a sus municipios fronterizos como Algarinejo. Revelador es también que Granada capital tenga una importante pérdida de vecinos mientras que su Área Metropolitana muestra tendencia alcista. Y entre todo ello, todo el Norte se desangra.

El gran proyecto del Geoparque del Cuaternario, junto a la construcción de la línea de alta tensión Caparacena-Baza-La Ribina, son las grandes ideas de futuro para que el norte no continúe su desertificación demográfica. Proyectos que se unen a reivindicaciones como el tren hasta Baza. Grandes planes de este tipo son los que faltan en el resto de comarcas para la lucha contra la falta de futuro. Y sin él no hay progreso.