Soportújar, el encanto de un pueblo de la Alpujarra de Granada con la pócima mágica para atraer turistas

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El gentilicio de 'brujos' de esta localidad de 250 vecinos fue aprovechado hace ya más de quince años para crear una identidad por la que ahora se interesan más de 2.000 visitantes cada fin de semana

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Soportújar, el encanto de un pueblo de la Alpujarra de Granada con la pócima mágica para atraer turistas
Soportújar, el encanto de un pueblo de la Alpujarra de Granada con la pócima mágica para atraer turistas / G. H.
María Ruiz (Efe)

22 de enero 2023 - 11:14

Granada/Soportújar, un pueblo de poco más de 250 vecinos de la Alpujarra granadina, ha convertido su gentilicio de brujos en marca turística para atraer cada día del fin de semana más de 2.000 visitas, una demanda por la que ultima un plan con 1,8 millones de inversión para beneficiar también a pueblos vecinos.

El pozo de los deseos, una cápsula del tiempo, un caldero con su pócima a punto de caramelo o la casa de Baba Yaga, un personaje de la mitología eslava, decoran un pueblo con encanto casi incrustado en Sierra Nevada que encontró hace quince años el hechizo perfecto para captar turistas.

Soportújar es un pueblo tradicional alpujarreño, enmarcado en el Parque Nacional de Sierra Nevada, con acequias milenarias, un horizonte de casas blancas y cerca de 300 brujos. Y a mucha honra.

El Ayuntamiento decidió aprovechar su gentilicio de "brujos", el que hace alusión a pócimas, leyendas y señoras vestidas de negro que sobrevuelan el paisaje subidas en escobas, para apostar por un turismo sostenible centrado en hechizos, aquelarres y brujería con el que alcanzar el desarrollo local.

Y pasito a pasito, como el que va echando cosas mágicas al caldero, el municipio fue sumando atractivos enfocados en esa marca de brujos para transformarse en un pueblo "de foto" que fusiona el urbanismo tradicional alpujarreño con dragones, casas sobre patas de gallina y escobas voladoras.

"Hace años que Soportújar decidió convertir el turismo en el motor de desarrollo que es ahora, y toca pararnos un poco y reforzar las infraestructuras", ha explicado a EFE su alcalde, Manuel Romero.

Romero tomó el relevo de José Antonio Martín, un matemático que encontró la fórmula para convertir lo negativo del gentilicio de su pueblo en algo positivo y creó la marca por la que Soportújar recibe a unas 2.000 personas cada día del fin de semana.

Y es que tras la segunda expulsión de los moriscos en la comarca, Soportújar se llenó de apellidos gallegos y celtas, vecinos que llegaron con sus meigas, sus queimadas y las leyendas por las que se ganaron el sobrenombre de brujos del que ahora presumen. Ese gentilicio que alude a pócimas y leyendas, que habla de historias casi ocultas contadas a medianoche, ha servido casi como hechizo para atraer visitas.

Mejora de las infraestructuras

Un Soportújar casi "sobrepasado" se centra ahora en ultimar un plan de desarrollo que refuerce las infraestructuras, un programa con 1,8 millones de euros del plan de Resiliencia del Ministerio de Turismo.

El primer obstáculo a superar será la falta de aparcamiento, porque aunque el pueblo ha habilitado zonas para estacionar, muchos turistas no pueden disfrutar de su encanto porque no hay literalmente un hueco para parar.

"Y todo será tematizado, como un aparcamiento en el centro que permitirá ampliar la plaza y que incluirá una tirolina que conduzca hasta un árbol gigante con guiños a la brujería", ha adelantado el alcalde.

Este pueblo alpujarreño ya acondicionó sus zonas más mágicas, como el Puente encantado que conduce hasta la Cueva del ojo de la bruja, la Fuente de las brujas y la Era de los aquelarres, un mirador en la zona alta de Soportújar donde los vecinos decían ver a las brujas preparando hechizos para lograr buenas cosechas.

Así, se ha convertido en un destino de los más "instagrameable" y plagado de escobas gigantes, pozos de los deseos, dragones y otros seres mitológicos junto a brujas ultimando pócimas frente a sus tinaos y acequias milenarias.

Soportújar, uno de los quince municipios de la zona a más de 3.000 metros de altitud y con todo el encanto de Sierra Nevada, prepara también un proyecto Smart City para "ordenar" sus visitas y que ese hechizo que atrae cada fin de semana a miles de personas beneficie a la comarca. "Sportújar es Alpujarra", ha resumido su alcalde, que trabaja en un proyecto mancomunado que convierta el colapso de momentos puntuales en un turismo sostenible que enriquezca a los pueblos vecinos.

El municipio irá sumando infraestructuras, todas con la temática bruja, y crecerá sin olvidar su esencia sostenible, su raíz morisca y un pasado de leyenda que es pura magia.

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