La Villa de la reina Fabiola en Motril, detrás de la abdicación en Bélgica

El rey Alberto II de Bélgica anunció ayer su abdicación por edad (tiene 79 años) y salud en favor de su hijo, el príncipe Felipe, de 53 años. Pero los diarios belgas llevaban tiempo especulando sobre la posibilidad del relevo ante los escándalos que afectan la imagen de la monarquía. Uno es la aparición de una presunta hija ilegítima del monarca, una artista de 45 años. El otro son los problemas fiscales y de patrimonio de la reina Fabiola de Bélgica, viuda de Balduino, hermano mayor de Alberto, que asumió después el trono.

Los medios de comunicación han sacado a la luz pública que hay propiedades de la reina Fabiola que tendrían que haber pasado a propiedad de una fundación pero que en realidad no lo han hecho, entre ellas Villa Astrida, en Motril. El escándalo lo destaparon los periódicos de Sudpresse, que publican en el área local de Valonia y Bruselas, en contra de lo que aseguraba la Casa Real belga. El asunto del palacio motrileño lo puso el propio primer ministro de ese país, Elio Di Rupo, en manos del Ministerio de Exteriores para su investigación. El Registro de la Propiedad de Motril dice que la Villa sigue siendo de la reina Fabiola, cuando tenía que rezar como un bien cedido a una fundación creada en 1999 para promover la memoria de su marido.