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Alta tensión en el Valle de Lecrín
Granada/La Plataforma Di No a las Torres, que se opone a la construcción de una línea eléctrica de alta tensión en las comarcas del Valle de Lecrín y la Alpujarra, ha presentado esta mañana las últimas alegaciones ante la Junta de Andalucía, en el último día de plazo hábil para realizarlas.
En total, esta mañana se han entregado más de 4.000 reclamaciones de vecinos contra el proyecto, las cuales se unen al primer gran paquete presentado por la cooperativa agroecológica Hortigas, Ecologistas en Acción, diferentes asociaciones culturales y establecimientos turísticos. Además, otra remesa de alegaciones han sido presentadas sobre los tramos sobre los que no queda claro si están o no contemplados en el proyecto.
Mediante un comunicado de prensa, la plataforma ha informado que durante el proceso de alegaciones han contado con el asesoramiento de expertos en derecho, economía o ingeniería medioambiental, que han "dejado patente tanto las irregularidades de forma y contenido con las que se presenta dicho proyecto, como el devastador impacto que esta autopista eléctrica causaría" en el Valle y la Alpujarra.
"A pesar de la magnitud de este trazado, el análisis de afecciones realizado por la empresa peticionaria es manifiestamente escueto e interesado", expresa la asociación, que recuerda que el proyecto de Red Eléctrica de España "comporta una agresión directa al patrimonio medioambiental, paisajístico, cultural y patrimonial del Valle de Lecrín y la Alpujarra".
"El Estudio de Impacto Ambiental elaborado contiene numerosas simplificaciones. ¿Cómo es así posible que una línea doble de torres de entre 40 y 81 metros de altura, que atraviesa el corazón de espacios tan significativos, tenga un 'impacto insignificante' en el paisaje?", se pregunta Di No a las Torres.
Para la plataforma, los análisis realizados por la empresa contienen "apreciaciones inexactas y omisiones" sobre la flora y la fauna de las dos zonas afectadas, las cuales "se encuentran en una situación manifiestamente regresiva y podrían provocar la desertización biológica" del Valle de Lecrín y la Alpujarra.
En la documentación sobre la que reclaman los activistas, estos afirman que tampoco se valoran los efectos sociales y económicos que tendría la instalación de línea de alta tensión, que cifran en 16 millones de euros para el turismo rural, según un análisis independiente realizado por catedráticos y economistas de las universidades de Granada, Rey Juan Carlos y Cambridge.
Las alegaciones presentadas reclaman que el proyecto "carece de un análisis suficiente de las afecciones que tendría para la salud de los habitantes de la zona, puesto que estas se basan en unas Recomendaciones de la Unión Europea obsoletas, ya que datan del año 1999 (1999/519/CE)". Di No a las Torres recuerda que la Comisión Europea instó a revisar el fundamento científico y la adecuación de los límites de los campos electromagnéticos.
Por último, la plataforma a alegado en lo que entiende como "otras irregularidades", como son "el oscurantismo con el que este proyecto se ha ido presentando y la forma parcelada de hacerlo por todo el territorio español".
Por esto, anunciaron una ronda de contactos con otras comunidades del resto del país para conformar una única plataforma contra a "barbarie" que suponen actuaciones como la "instalación de esta línea de alta tensión".
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