Las avionetas 'rompenubes' agravan la sequía del Marquesado

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Los agricultores aseguran que "alejan las tormentas y dejan rastros tóxicos"

El cielo con nubes.
El cielo con nubes.

Son sigilosas, pero dejan huella. Se trata de las avionetas 'rompenubes', que para los agricultores del Marquesado se están convirtiendo en un gran enemigo de sus cosechas. Así lo proclamaron ayer en una rueda de prensa celebrada por Asaja, donde se aseguró que a pesar de las especulaciones "no es ciencia ficción" lo que están reclamando, pues según el sector se puede hacer que disminuyan las precipitaciones esparciendo yoduro de plata en la atmósfera, una sustancia química que actúa cristalizando el agua condensada en las nubes para crear un granizo más pequeño en volumen que reduce los daños en la tierra.

Para luchar contra esta práctica se constituyó el pasado año la Plataforma para la Defensa del Medio Ambiente y la Naturaleza de la Comarca del Marquesado y del Río Nacimiento, donde la acción de las avionetas 'rompenubes' está afectando a los cultivos de cereales y almendros, perjudicando además al crecimiento de los pastos para alimentación del ganado. La organización advirtió de que la posible intervención en la fase atmosférica del ciclo integral del agua "no es una leyenda", pues está recogida en la Ley de Aguas y en el Reglamento del Dominio Público Hidráulico con la finalidad de evitar precipitaciones en forma de granizo o pedrisco que causen daños.

El presidente provincial de Asaja, Manuel García, señalo que las gentes de los llanos del Marquesado y otras zonas limítrofes como Guadix, Gor, Los Montes Orientales y río Nacimiento (Almería), una extensión de terrenos cultivables que abarca más de 30.000 hectáreas, están acostumbradas al ruido de avionetas de baja altitud ocultas entre las nubes cuando hay aviso de tormenta, "y es un hecho que desde hace cinco años allí no cae apenas agua". Por tanto, reclamó "un control férreo" del Instituto Armado y las administraciones para solventar esta situación.

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