El Ayuntamiento de Baza intentará que los restos encontrados en el yacimiento se queden en el museo municipal

El fin de semana concluyó la última campaña de excavaciones, que ha movido a casi 30 personas durante turnos de diez horas diarias

"El yacimiento de Baza es el mayor y mejor registro de especies"

Parte del equipo durante los trabajos realizados en la campaña. / Ayto Baza

La octava campaña de excavaciones que el pasado 13 de octubre concluía en el yacimiento Baza 1 ha servido para seguir depurando la magnífica joya paleontológica que la ciudad ha encontrado en este espacio que se ha datado nada menos que entre 4,5 y 4,6 millones de años de antigüedad. A partir de ahora, además de seguir buscando financiación para acometer la restauración de las piezas extraídas del yacimiento, hay que asegurar los trabajos en Baza 1 con la implicación de otras administraciones que garanticen la continuidad del proyecto. Del mismo modo, es imprescindible llegar a un acuerdo, en forma de convenio, con la Consejería de Cultura, para asegurar que los restos que salgan de allí se queden finalmente en el Municipal Municipal de Baza, que además de Arqueológico deberá ser pronto también Paleontológico. En todo ello trabaja el concejal de Cultura, que hace unas semanas acompañó en una visita por distintos espacios culturales a la directora del Museo Arqueológico Provincial en la que pudieron comprobar las magníficas instalaciones de que disponemos en Baza.

El equipo, formado por casi treinta personas ha trabajado durante unas diez horas diarias extrayendo 570 registros con abundantes fósiles de grandes vertebrados, especialmente de mastodontes, pero también de otros animales más pequeños, como rinocerontes, dos especies de caballitos de tres dedos llamados hipariones, bóvidos grandes de la especie Alephis sp., medianos y pequeños (entre los que se ha podido determinar una pequeña gacela que todavía no había sido registrada), ciervos gigantes y pequeños, además de restos de cerdos y de carnívoros entre los que se encuentra un cánido, conjuntamente con abundantes restos de caparazones de tortugas. A esto hay que añadir que durante esta campaña se han localizado más dientes de cocodrilo, algunos de ellos directamente in situ, pudiéndose cartografiar el punto exacto donde fueron encontrados.

Además, se ha continuado con el lavado-tamizado de los sedimentos en las dependencias del Centro de Interpretación de los Yacimientos Arqueológicos de Baza, donde se han tamizado unos 2.500 kilos de sedimentos procedentes de la excavación y se ha continuado el hallazgo de numerosos restos de micromamíferos (roedores, conejos, y musarañas), anfibios (ranas y sapos), reptiles (lagartos y serpientes) y muchos peces, conjuntamente con abundantes restos leñosos y hojas de plantas, lo que permite, a través de su estudio poder reconstruir en su conjunto el paleoambiente del Plioceno.

Según Bienvenido Martínez, director de la campaña "los datos obtenidos hasta el momento coinciden en que el yacimiento se formó en una zona cenagosa con alto contenido en materia orgánica, es decir, una turbera, donde los animales quedaban atrapados y no podían escapar, muriendo allí y quedando enterrados, lo que ha permitido su conservación hasta la actualidad. Esta ventana al Plioceno muestra además que esta localidad paleontológica quedó acumulada en un momento en el que había un clima óptimo de tipo tropical/subtropical, dominado por altas temperaturas y abundantes precipitaciones, lo que indica la existencia de un ecosistema con presencia de amplios bosques donde habitaban abundantes especies de grandes mamíferos como los ciervos y muchos bóvidos, y de algunos espacios abiertos donde pastaban los herbívoros como los caballos de tres dedos, los hipariones. Muy probablemente el sur de la Península Ibérica fue una zona refugio de fauna tropical en el Plioceno, como es el caso de los cocodrilos, reptiles gigantes de sangre fría que necesitan de altas temperaturas externas para mantener su cuerpo funcional. Por ello sólo habitan en climas tropicales. Muy probablemente, en el yacimiento de Baza ha quedado registrado el momento con mayor paleodiversidad de los últimos millones de años en Europa”.

Esta campaña, al igual que las siete anteriores, ha sido muy productiva. Se ha ampliado el sondeo en los niveles de la Unidad Estratigráfica 5, situados cuatro metros por encima de los estratos fértiles excavados abajo, correspondientes a la Unidad Estratigráfica 2, donde en cuarenta metros cuadrados se ha localizado un mínimo de seis individuos de mastodontes, tres de la especie Anancus arvernensis y otros tres de la especie Mammut borsoni. Ello ha permitido corroborar la existencia de un nivel paleontológico superior casi tan rico como los de abajo, compuesto por abundantes restos de proboscídeos correspondientes a Anancus arvernensis, donde hasta el momento, en unos escasos cuatro metros cuadrados se han localizado un mínimo de otros tres individuos (uno infantil con dentadura de leche, un adulto joven de unos 20 años y otro senil de más de 60 años). Estos datos indican que la serie estratigráfica del Barranco de las Seguidillas-Cuesta del Francés, donde está situado Baza 1, contiene varios niveles con extraordinarios registros de megafauna pliocena, que se repiten en el tiempo en ambientes pantanosos similares.

Por otro lado, se ha corroborado que el hallazgo del diente de cocodrilo en la campaña anterior no fue una anécdota, pues la localización de nuevos restos indica que esta especie de origen africano, que cruzó a la Península durante el Mioceno terminal, el llamado Mesiniense, cuando el Mediterráneo acabó desecándose, fue relativamente abundante en el yacimiento. Como ya se dijo, estos restos de Baza, muy probablemente, corresponden al último cocodrilo que habitó en Europa.

Dientes encontrados en una excavación anterior. / Ayto Baza.

El director del equipo científico, Antoni Canals, ha querido agradecer “el gran interés que estos hallazgos han despertado en la sociedad civil de Baza, comarca, Granada, territorios próximos y en general en toda Andalucía y España a través de los medios de comunicación. La campaña, como las anteriores, ha sido financiada con una subvención de 15.000 euros del Ayuntamiento de Baza. Gracias a ella se ha podido trabajar veinte días sobre el terreno, en el marco de un proyecto general de investigación aprobado por la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta, para el estudio del Plioceno de la Cuenca de Baza.

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